sábado, 9 de marzo de 2024

LOS CAMINOS QUE LLEVABAN A ROMA, CRUZANDO EL GUADARRAMA: DE MÉRIDA A ITALIA, PASANDO POR AUGUSTÓBRIGA Y TITULCIA (Enigmas del río Guadarrama, parte III).

Existe un índice general con los artículos que contiene este blog, al que se llegará pulsando el siguiente enlace: https://artesimbologiayhumanismo.blogspot.com/2023/07/indice-de-articulos.html

Los capítulos se desarrollan en un texto escrito en negro y se acompañan de imágenes con un amplio comentario explicativo (recogido en rojo y cuya finalidad es razonar ideas). Si desea leer entre líneas, bastará seguir las letras negrillas y las rojas destacadas.

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Se recomienda mantener abiertas ambas páginas (este texto y sus citas) con el fin de llegar a ellas fácilmente.


Esta es la TERCERA Parte, para leer la Parte Primera, pulsar el siguiente enlace https://artesimbologiayhumanismo.blogspot.com/2023/12/mantua-carpetana-y-miaccum-enigmas-del.html

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Para llegar a la Parte CUARTA, pulsar el siguiente enlace: (en preparación)




SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Tres imágenes de zonas cercanas a Titulcia. Arriba, una fotografía tomada desde Sevilla la Nueva, donde podemos ver -en último término- el Sistema Central; bajo sus cumbres, las casas de una urbanización en Sevilleja y las de Brunete. En el fondo del paisaje y a nuestra derecha, tenemos los montes que separan las provincias de Madrid y Guadalajara, con las de Segovia y Soria (donde se sitúa Buitrago y el Valle del Lozoya). A su lado izquierdo -más al Oeste- el Puerto Somosierra; y en el centro de la imagen, los picos nevados de Navacerrada con los del Guadarrama. Las montañas que vemos a la izquierda de la imagen, pertenecen al Puerto de la Cruz (que desciende desde Ávila a El Escorial). Son estos los valles y las cumbres que guían y alimentan el caudal del río que estudiamos: El Guadarrama. Un afluente del Tajo que tuvo una enorme importancia como centro de comunicaciones, durante la Antigüedad y la Edad Media; debido a que su curso llevaba desde las cercanías de Ávila y Segovia, hasta las proximidades de Toledo. Cortando asimismo las vías que unían Extremadura y Portugal, con Zaragoza y el Mediterráneo. Al lado; el Guadarrama a su paso por Carranque, a cuyas orillas se sitúa la Villa Romana de Materno. En nuestros capítulos anteriores hemos defendido como la voz Guadarrama -a mi juicio-, procedería del árabe “Uad-al-Roman”; que se traduciría como “río de los romanos”. Pese a que su etimología admitida, la hace nacer desde el término “Uad-al-rámel”; cuyo significado es “río del arenal”. Defendemos este otro origen del nombre (como “río romano”) por dos motivos: En primer lugar, debido a que el Guadarrama no es un cauce que arrastra grandes bancos de arenas; mientras existen con abundancia en el Alberche (su “hermano” de sierra). En segundo término, porque durante la dominación romana, el Guadarrama fue un lugar esencial para las comunicaciones y la organización del Imperio. Abajo; vista de las orillas del Guadarrama y sus enormes terrazas, a su paso por la zona de Batres. En estos lugares y muy cerca de los terrenos en imagen; a mi juicio, se sitúa la desaparecida Titulcia (cuya primera ubicación, próxima a Carranque, la dio en 1989, Dimas Fernández-Galiano).




JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
dos imágenes de lugares arqueológicos, próximos a aquel donde se ha de localizar la Titulcia romana. Al lado, uno de los toritos de Guisando en San Martín de Valdeiglesias; población que a mi entender se situaba en el límite entre la Carpetania y Vettonia (por lo que más tarde fue frontera entre la Lusitania y la Tarraconense). Ya que comúnmente, se considera al río Alberche la delimitación entre las tierras de ambas tribus iberas. Quedando San Martín de Valdeiglesias del lado vettón, mientras la orilla opuesta del río, sería de los carpetanos. Abajo, la famosa Piedra Escrita de Cenicientos (Madrid); monumento hispano romano probablemente dedicado a Diana, que se alza junto a una enorme roca, considerada un verraco gigantesco. Bloque granítico de enormes dimensiones, con forma de lomo de toro o de jabalí; que a mi entender fue un altar de sacrificio vettón. Cenicientos sería asimismo otro lugar muy cercano a la frontera entre carpetanos y vettones. En ambas imágenes he situado a personas en la escena, para conocer los tamaños y escalas.




JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Al lado, fotografía de San Lorenzo de El Escorial; visto desde un lugar, próximo al paso de la calzada romana de Las Zorreras (en Zarzalejos). Abajo, paisaje de Madrid, desde el Puerto de la Cruz (junto al llamado Mirador Angel Nieto, muy frecuentado por motoristas). Este lugar, era el paso de bajada desde Ávila (la Abula vettona y romana), para acceder a tierras carpetanas. Tomando desde aquí dos caminos: Uno que llevaba hasta el Guadarrama, en las cercanías de Galapagar y que conducía a Titulcia o Toledo (por la Ruta XXIV de Antonino). El otro y menos importante, se dirigía hacia el Este; llegando a las poblaciones actuales de Robledo de Chavela y Chapinería. Para alcanzar tierras de los vettones cercanas a San Martín de Valdeiglesias, o bien ir hacia Villamanta (la antigua Mantua Carpetana). Sobre la imagen he marcado varios puntos de referencia; pudiendo darnos cuenta del dominio que tiene este lugar. En la foto, a la derecha, se señala Villaviciosa de Odón, muy próxima a la localización de la desaparecida Titulcia. Mientras a nuestra izquierda, se observan tierras cercanas a El Pardo y los Montes de la Zarzuela.




JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Al lado, el pozo romano de Villamanta (identificada con Mantua Carpetana). En nuestros anteriores capítulos hemos hablado extensamente sobre esta localidad madrileña; donde desde el siglo XVI situaron la perdida civitas de Mantua en Carpetania. Población cercana a Navalcarnero; que distaría unos veinte kilómetros de Titulcia (aprox. a 12 millas romanas, de Arroyomolinos-El Álamo). En Villamanta se conserva un interesante museo, creado gracias a las ayudas de la Comunidad y al Ayuntamiento; dirigido y mantenido por Guillermo Gascón. Quien lo muestra, explicando magníficamente la historia de esta Mantua Carpetana. A todos los interesados, les recomendamos visitarlo; contactando con los teléfonos: 918136001/918136500 o bien en la página: https://museovillamanta.blogspot.com/p/informacion-general.html

Abajo, Madrid visto desde Sevilla la Nueva; foto tomada en la urbanización Los Manantiales, a unos tres kilómetros del río Guadarrama -en línea recta-. En la imagen se observa el dominio que tienen los altos próximos a esta localidad, fundada con el nombre de Sevilleja; al haber sido repoblada por andaluces (probablemente traídos por el duque de Baena, desde Sevilleja de la Jara -Toledo-). Sobre la foto he marcado los puntos principales, donde podemos ver Móstoles y Villaviciosa de Odón; cercanos a Sevilla la Nueva y muy próximos al emplazamiento donde hemos de localizar Titulcia.




JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Al lado y abajo, dos mapas tomados desde Google.maps (al que agradecemos nos permita usar el trazado); donde he señalado la localización de Titulcia. Entre Arroyomolinos y El Álamo; junto a Batres y en las orillas de El Guadarrama.
Una pequeña parte de la civitas enterrada, se hallaría en el “parque arqueológico de Carranque” (tal como aseveró Dimas Fernández-Galiano). Pero, a mi juicio, la urbe estaría más cercana a la A-5; desde el lugar llamado Zarzuela. Siendo su posible puerto fluvial, la actual Villaviciosa de Odón (junto con Sacedón de Canales, que estaba a la otra orilla).

Abajo, hemos marcado los siguientes lugares:

1- : Villamanta (la antigua Mantua Carpetana; que dista apenas 20 kilómetros de esta posible Titulcia).

2- : Villaviciosa de Odón y Sacedón, que considero fueron los puertos fluviales de Titulcia; también usados para la comunicación del Guadarrama en esta zona.

3- : Móstoles, donde Carlos Caballero y Rodríguez Morales sitúan Titulcia.

4, 5, 6 : Las poblaciones de Arroyomolinos, El Álamo y Batres; entre las que se situaría Titulcia.

El curso del río Guadarrama (en morado).

En rojo: Carranque y el lugar donde estaría la ciudad perdida.



A) INTRODUCCIÓN:

          En nuestros capítulos anteriores analizábamos las guías romanas que marcaban los caminos principales de la Antigua Hispania -el Itinerario de Antonino y el Anónimo de Rávena-; intentando deducir de ese modo, la localización de “Paradas” y poblaciones cercanas al Guadarrama. Para un mejor análisis, interpretábamos algunas de las coordenadas que aporta Ptolomeo en su Geografía; situando geodésicamente numerosas cívitas de la Península (consultando las relacionadas con el río que nos interesa). Tras todo ello, tan solo quedaría el estudio en profundidad de cuantos topónimos cita la Historia Antigua, pudiendo relacionarlos con las proximidades de este afluente del Tajo. Además de realizar un trazado general de los caminos, vías y calzadas que llevaban hasta el Guadarrama. Pudiendo así conocer las localidades y zonas de Hispania que se relacionaban con el lugar; además del modo en que la cuenca de este río actuaba como eje de comunicaciones. Siendo el paso entre el Este y el Oeste Peninsular (de Lusitania a la Tarraconiense); uniendo a su vez, la meseta castellana con la manchega -abriendo así el camino desde el Sistema Central, hacia la Bética-. Por lo que aquel pequeño cauce, que comienza cerca de Navacerrada y muere en las proximidades de la capital toledana; fue una franja esencial. Un lugar en el centro del territorio, donde finalizaban y se iniciaban vías, constituyendo un eje axial entre El Atlántico y el Mediterráneo; pero a su vez el camino desde el Cantábrico hacia la zona meridional peninsular.

          Al situarse el Guadarrama como un “omphalos lineal”, que dirige de Norte a Sur sus aguas; esos límites y cauces permitieron las mejores rutas desde Segovia a Toledo (y de Complutum a Mérida). Bastando seguir su vereda, para ir desde las faldas de Navacerrada a la capital de la Mancha; todo lo que ofrecía más tarde viajar por el Tajo, para alcanzar la Extremadura y la antigua Lusitania. O bien, cruzar desde los altos de Castilla, adentrarse en La Mancha; pasar por su capital o bien por Ocaña, para encaminarse hasta Despeñaperros en un trayecto prácticamente recto -sin problemas de orientación o abastecimiento-. Por cuanto, el pequeño Guadarrama, unió desde los tiempos más remotos, nuestras tierras del Este con las del Oeste y las del Norte con las del Sur. Cuando las calzadas que partían desde Lisboa, se dirigían a Mérida y desde esta última, a Toledo y Titulcia (Arroyomolinos-El Álamo); para terminar llegando a Zaragoza (donde continuaba el camino hacia Roma, bajando el Ebro o por tierra). Aunque hubo otro trayecto más corto y lineal; que llevaría desde el Atlántico al Mediterráneo; saliendo desde la desembocadura del río Mondego (en Figueira da Foz). Pasando más tarde por el sur de Coimbra, donde estuvo la legendaria Conímbriga; yendo hasta Caparra (Capera, al Norte de Plasencia, cruce de la Vía de la Plata). Para tomar desde allí, la actual carretera del Tiétar, llegando a Candeleda, y a San Martín de Valdeiglesias, con el fin de alcanzar pronto el Guadarrama. Enlazando de ese modo, con las calzadas que partían desde Titulcia: Camino de Zaragoza (Rutas XXIV y XXIX); a Toledo (Ruta XXV) o hacia Oretania y la Bética (Rutas XXIX, XXX y otras).

         Todo ello, hizo del río Guadarrama un pequeño “axis mundi”, como lo fueron otros puntos peninsulares por los que necesariamente se debía pasar, cuando viajaban cruzando nuestro territorio. Algo que sucedía en Mérida, Córdoba, Zaragoza y hasta en el mismo Toledo; poblaciones que todos reconocían como centros esenciales para las antiguas comunicaciones. Aunque la importancia de Titulcia y de su río Guadarrama como eje de tránsito, quedó en el olvido histórico. Tanto, que han pasado solo tres décadas desde que se comenzó a pensar en una Titulcia sita en las cercanías de Carranque; localizándola los arqueólogos hasta entonces, en la antigua Bayona del Tajuña. Población que en 1814 cambió de nombre, tomando el de la Titulcia romana; cuando los académicos e historiadores dieron por seguro que allí se localizaba esa civitas carpetana. Debiendo pasar casi dos siglos, hasta que en 1989 Dimas Fernández-Galiano, lanzase la hipótesis de una Titulcia en Carranque -Toledo- (81) ; donde por aquellos años apareció la famosa villa romana (a orillas del Guadarrama). Idea que ha sido aceptada por una gran parte de la “academia” y ampliada por otros expertos. Siendo así como en 2019, Jesús Rodríguez Morales y Carlos Caballero Casado, llegaron a la conclusión de que la urbe perdida se hallaba bajo Móstoles -también cerca del Guadarrama- (82) . Ante lo que me atrevo a intuir, que aquella importantísima ciudad -todavía desaparecida-; quizás se halle entre Arroyomolinos, Batres y El Álamo. En las proximidades de Carranque y muy cerca de Móstoles. Lo que me arriesgo a expresar porque una civitas de tal relevancia, necesitaría estar a la vera del río y no alejada del cauce principal (como sucede con Móstoles). Por su parte en lo que refiere a la hipótesis de Carranque; sabemos que allí se levantó una villa perteneciente a un rico hispano romano -al parecer, un tío de Teodosio-. Hemos de pensar que aquel lugar estaba a las afueras de una ciudad, nunca en el centro. Por lo que, siguiendo ambas localizaciones; pensando en qué lugar podría situarse una gran urbe. Nos queda intuir que estaría en el valle del Guadarrama en la zona que va desde Zarzuela, a Carranque y que está comprendido entre los municipios de Arroyomolinos, El Álamo y Batres.

          Tras el planteamiento expuesto; añadiremos que para el desarrollo del presente capítulo vamos a seguir estudiando las urbes antiguas, cercanas al Guadarrama central; con las que tuvieron contacto Titulcia y Mantua Carpetana. Buscando además, documentación complementaria sobre caminos y veredas históricas, que desvelen datos sobre las vías y localidades de época romana o medieval; conectadas con esta zona media del río. Aunque previamente, vamos a repasar lo expuesto en capítulos anteriores; para comprender qué Mansiones y Civitas tuvieron plena conexión con el curso medio del Guadarrama y con sus capitales: Titulcia y Mantua carpetana. Para lo que vamos a recordar los mapas que ya publicamos en la Parte Segunda, donde recogíamos las Rutas del Itinerario de Antonino y las ampliaciones a estas, del Anónimo de Rávena. Donde se describen las vías que conectaban esta zona del río Guadarrama con diferentes zonas de la Península.




SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Arriba, sobre un fragmento del mapa de España,
trazado por Ingenieros (Obras Públicas 1878); he marcado las diferentes vías que hemos estudiado anteriormente: Rutas 24, 25, 29 y 30 del Itinerario de Antonino, que llevaban desde Mérida a Zaragoza (pasando por Titulcia o Toledo). En este se muestra el modo en que el Guadarrama central (próximo a Titulcia y Mantua Carpetana) estaba directamente conectado con diversas ciudades ibero romanas, a través de las calzadas más importantes. En el epígrafe siguiente recogeremos la relación de esas urbes y mansiones. Al lado, la Ruta XXIV del Itinerario de Antonino, que comenzaba en Mérida y Terminaba en Zaragoza, pasando por Titulcia. En el apartado próximo, veremos de nuevo sus paradas, para estudiar qué mansiones y ciudades estaban perfectamente conectadas con el río Guadarrama. Abajo, mapa que he trazado, recogiendo la Ruta XXV. Camino 25, que ya dijimos, presenta un problema, al considerarse generalmente que su tramo de inicio (desde Mérida a Toledo); discurre por donde actualmente transita la A-5. Pasando por Trujillo, y desde allí cruzando Miravete, para llegar a la ciudad de Augustóbriga -que se identifica con Talavera la Vieja; al sur de Navalmoral de la Mata-. Tras ello, se encaminaría a Toledo o Titulcia, continuando hasta Talavera, desde donde tomaría dirección hacia la capital manchega. Un recorrido normalmente admitido para esta Ruta XXV; aunque hemos estudiado que el verdadero trayecto debería cruzar por Guadalupe y desde el Puerto de San Vicente, dirigirse a Toledo.




JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Al lado, mapa donde he trazado la variante de las Rutas XXIV y XXV; que no siguen el trayecto convencionalmente admitido (por Miravete y Talavera la Vieja). Como vemos, el viaje, es mucho más directo atravesando el Puerto de San Vicente; que antaño unía La Mancha con Extremadura. Siendo este el paso que antes se utilizaba, para cruzar las Villuercas y la Sierra de Guadalupe.


Abajo: mapa de Google -al que agradecemos nos permita divulgarlo- en el que hemos trazado las diferentes rutas y sus variantes.

-En negro: El camino entre Toledo y Mérida, convencionalmente admitido; donde se considera Augustobriga, Talavera la Vieja. Lo que obliga a ir desde Toledo a Talavera de la Reina, de allí hasta Talavera la Vieja (junto a Navalmoral). Partiendo después hacia Trujillo, pasando por Logrosán (fuera del trayecto) por Miajadas y llegando así a Mérida.

-En azul: El camino antiguo entre Toledo y Mérida; que normalmente iba a través del Puerto de San Vicente. Dirigiéndose desde Toledo a La Puebla de Montalbán; luego a Alcaudete de la Jara y encaminándose hacia San Vicente, para llegar a Guadalupe-Berzocana. Desde allí, bajaría por Logrosán hasta Miajadas, para terminar en Mérida.

-En rojo: La vertiente del Anónimo de Rávena; interpretada por mí. Identificando Lebura con Alcaudete de la Jara; Augustobriga (Augustabria) con Berzocana-Guadalupe; Lomundo con Aldeacentenera y Lacipe con Miajadas.

-En morado: La variante de la Ruta XXV descrita en el Anónimo de Rávena.




JUNTO ESTAS LÍNEAS:
Mapa de Google -al que agradecemos nos permita divulgarlo- en el que hemos trazado las diferentes rutas que normalmente unían Toledo, Mérida y el Sur de Extremadura.

En rojo y azul: Cruzando el Puerto de San Vicente, hacia Guadalupe-Berzocana.

En verde: El tramo de Puerto Rey; que dirige a la Siberia extremeña y al Sur de Medellín.

BAJO ESTAS LÍNEAS: Mapa trazado por mí, desde un modelo de Google -al que agradecemos nos permita divulgarlo-. Donde he marcado las fronteras entre Carpetania y Vettonia; tierras de los vettones, que -como sabemos- pertenecían a la Lusitania oriental. En la zona Norte, limitarían por el río Alberche, estando allí las famosas Titulcia y Mantua Carpetana (casi fronterizas). En el área sur, se dividirían ambas “tribus” por la cuenca del Tajo; al menos hasta una zona cercana a Toledo, ciudad. Pues sabemos que las poblaciones de La Jara y de los Ibores, pertenecían a los vettones; habida cuenta la profusión de hallazgos de verracos en pueblos de este área.




JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Al lado, marcada en verde: la vía XXIX conducía desde Emérita a Cesaragusta, pasando por la zona de Almadén; subiendo hasta Titulcia. En morado, la Ruta XXX que discurría entre Laminio y Toledo, pasando por Murum y Consuegra. Como veremos, las alternativas de trayecto que se proponen normalmente, tienen numerosos problemas; ya que en unos casos se considera que para ir a Titulcia, hay que cruzar hasta Alcocer o las Lagunas del Ruidera (lo que resulta improbable). Mientras otros, la hacen subir de Ciudad Real, hasta Quijorna; considerando que Vico Cominario estuvo en las inmediaciones del río Alberche, cerca del Guadarrama (variante errónea que he marcado con línea verde clara). 

Abajo: Las Rutas XXIX y XXX; a mi juicio y según las hipótesis más plausibles (la 29 en línea verde y la 30, en morado). De tal modo, vemos que los caminos marchan desde Mérida a Cesaraugusta o de Laminio a Toledo, por las siguientes Mansiones:

-EN VERDE RUTA XXIX: (1) Mérida / (2) Contosolia (Magacela) / (3) Miróbriga (Zarza-Capilla) / (4) Sisalone (Almadén-Almodovar del Campo) / (5) Carcuvium (Carcauel) / (6) Ad Turres (¿Almagro?) / (7) Mariana (localizada en Puebla del Príncipe; a mi juicio Manzanares-Membrilla) / (8) Lamini (Alhambra-Daimiel) / (9) Alces (Alces, o Alcázar de San Juan) / (10) Vico Cuminario (Santa Cruz de Zarza o Esquivias) / (11) Titulcia (Arroyomolinos-El Álamo) y de allí a Cesar Augusta.

-EN MORADO, RUTA XXX: (1) Laminio (Daimiel o bien Alhambra) / (2) Murum (a mi juicio Puerto Lápice, comúnmente Villarta) / (3) Consabro (Consuegra) / (4) Toletum.



B) CIUDADES Y MANSIONES, UNIDAS AL RÍO GUADARRAMA, A TRAVÉS DE LAS MÁS IMPORTANTES CALZADAS:

           Repasando la documentación y mapas que expusimos en el capítulo anterior; podremos comprobar que Titulcia y el tramo central del Guadarrama, estaba directamente comunicado con los lugares más importantes de Extremadura, de la Meseta castellana y la manchega. A través de las Rutas XXIV, XXV, XXIX y XXX; descritas en el Itinerario de Antonino (ampliadas en el Ravenniense). Pero a su vez, tenía conexión indirecta, con La Lusitania y el Sur Peninsular, por las vías que unían a estas capitales meridionales; llegando hasta Emérita y las de Oretania (que comprendía las actuales provincias de Jaén y Ciudad Real). Así como el Guadarrama, también se comunicaba con las calzadas del Norte (bracarense, galaica, astur, cántabra etc), desde puntos próximos a Astorga, León y Palencia, que llevaban hasta Segovia. Finalmente, es obvio, que Titulcia y su río eran el nudo de enlace y tránsito, entre la zona central del Oeste Peninsular y las situadas en el camino a Zaragoza. Siendo el eje principal de estos caminos que recorrían: Titulcia-Cumplutum-Bílbilis-Cesaraugusta (Arroyomolinos/El Álamo-Alcalá-Calatayud-Zaragoza). Un viaje que coincide en gran parte con el de nuestra Nacional-II (Madrid – Barcelona).

           Así pues, conociendo las mencionadas Rutas y las ampliaciones que aporta el Anónimo de Rávena; vamos a estudiar los días a los que se situaba cada urbe o lugar principal ibero romano; desde el Guadarrama medio -con sus civitas, Titulcia y la cercana Mantua Carpetana-. De este modo, conociendo que la Milla Romana ha de valorarse en unos 1550 metros y sabiendo que en tramos llanos (sin puertos de montaña) se podían recorrer diariamente unas 20 millas andando; el doble en carro bien tirado y el triple a galope de caballo. Lo que aproximadamente correspondía con 7 Leguas Castellanas; ya que una Legua venía a ser 2,7 Millas Romanas y aproximadamente unos 4200 metros (correspondiéndose con 5000 Varas, de unos 84 centímetros). En base a los datos expuestos, conociendo el terreno y las dificultades de cada trayecto, podemos calcular bien las jornadas que se necesitaban desde una a otra parada. Deduciendo que en nueve horas de camino y a pie, se recorrían unas 20 Millas Romanas (30 kmts. aprox.); en carro bien tirado unas 40 Millas (60 kilómetros aprox.) y al galope de caballo unas 60 Millas (90 kmts aprox.). Bajo estos parámetros; analizaremos las distancias entre el valle central del Guadarrama y las diferentes ciudades o mansiones de las calzadas.


B - 1) Siguiendo la Ruta XXIV, en sentido inverso:

1º-De Titulcia a Miacum 24 Millas: Miacum se localiza en Collado Mediano (muy cerca de donde nace el Guadarrama) o bien en El Escorial (Finca El Escurial). Desde o hacia Titulcia se necesitaba: 1 jornada a pié, ½ jornada en carro y ¼ de jornada al galope.

2º- De Titulcia a Segovia 24+24 millas: En este caso la medida en millas que aporta el Itinerario de Antonino, parece un tanto escasa (debiendo considerarse unas 32 millas, al menos). Además hay que pasar un puerto de montaña (Navacerrada) por lo que desde Miacum a Segovia serían 2 jornadas a pie, 1 jornada en carro y ½ jornada a caballo. A ello se ha de sumar lo que había de Miacum a Titulcia y quedaría: Desde Segovia a Titulcia: 3 jornadas a pie; 1,5 jornadas en carro; 1 jornada al galope.

3º- De Titulcia a Cauca 24+24+29 millas: Cauca es la actual Coca y el Itinerario contempla que hasta Segovia habría 29 millas; aunque en verdad existen al menos 35 (ya que distan unos 55 kilómetros). Por ello entre Segovia y Coca habría 1,5 jornadas a pie; ¾ de jornada en carro y ½ jornada al galope. Lo que sumando, nos lleva a considerar que entre Titulcia y Coca habría: 4,5 jornadas a pie; 2,5 jornadas en carro; 1,5 jornadas al galope.

4º-De Titulcia a Nivaria 24+24+29+22 Millas: Nivaria se sitúa a 22 Millas y se piensa que puede ser Matapozuelos (Valladolid); aunque otros la colocan al Sur de Boecillo, en Pedraja de Portillo. En cualquiera de los dos casos, la distancia se acerca a las 22 Millas (unos 35 kmts). De tal manera, desde Cauca a Nivaria, habría 1 jornada a pie; ½ jornada en carro; ¼ de jornada al galope. Lo que sumado a las distancias anteriores dejaría entre Titulcia y Nivaria: 5,5 jornadas a pie; 3 jornadas en carro; 1,75 jornadas al galope.

5º-De Titulcia a Septimancas 24+24+29+22+22 Millas: Septimancas es indudablemente Simancas, el cruce más sencillo del Duero y el Pisuerga; que se supone a 22 Millas de Nivaria; lo que es una jornada más a pie. Por cuanto entre Titulcia y Simancas, habría: 6,5 jornadas a pie; 3,5 jornadas en carro; 2 jornadas al galope.

6º-De Titulcia a Amallóbriga 24+24+29+22+22+24 Millas: Amallóbriga se localiza comúnmente en Tiedra (Valladolid); por lo que al estar Simancas en el valle del Duero y Tiedra en los Montes Torozos. Desde Simancas a Tiedra casi todo el trayecto supone una subida; por lo que habríamos de calcular un poco más de lo descrito. Así entre ambas hay 1,25 jornadas a pie, de ida y 1 jornada a pie de vuelta. ¾ de jornada en carro de ida y 1/5 jornada en carro de vuelta. ½ de jornada al galope al ir y ¼ de jornada para volver. Por lo que desde Titulcia a Tiedra había 7,75 jornadas a pie; 4,25 jornadas en carro; 2,5 jornadas al galope.

7º-De Titulcia a Albocela 24+24+29+22+22+24+27 Millas: Albocela es indudablemente Toro (Zamora) y el Itinerario marca una distancia de 27 Millas hasta Amallóbriga (la anterior parada); casi 42 kilómetros, lo que supone un exceso y hace pensar que la localización de Amallóbriga no fuera Tiedra, que tan solo dista 28 kilómetros de la referida Albocela. Pudiéndose identificar Amallóbriga con Torrelobatón (a unos 35 kmts de Toro y solo 18 de Simancas); aunque mejor sería hacerlo con Villabrágima, que dista unos 43 Kmts. de la villa toresana y 33 de la antigua Septimancas (tal como marca la Ruta). Asimismo, en estos puntos hemos de entender que el trayecto marcado no sigue un tramo normal; pues si fuera directamente desde Septimancas a Albocela, debería pasar por Tordesillas; sin subir hasta Amallóbriga. De todo ello podemos deducir que entre Amallóbriga y Albocela se necesitaban: 1,5 jornadas a pie; ¾ de jornada en carro; ½ jornada al galope. Por lo que, desde Titulcia a Toro, pasando por Amallóbriga, hubo 9,25 jornadas a pie; 6 jornadas en carro; 3 jornadas al galope.

8º-De Titulcia a Ocelo Duri (Ocelodurum) 24+24+29+22+22+24+27+22 Millas: Ocelo Duri, es claramente Zamora capital; que dista unos 50 kmts. de Toro, lo que se corresponde con esas 22 Millas romanas marcadas en el Itinerario. De tal manera, entre Oceloduri y Albocela había 1 jornada a pie; ½ jornada en carro y ¼ de jornada al galope. Por cuanto, entre Titulcia y Zamora, pasando por Amallóbriga; había unas 10,25 jornadas andando; 6,5 jornadas en carro y 3,25 jornadas al galope.

          Desde aquí no seguiremos la Ruta XXIV, debido a que se conduce hacia Salamanca, por la senda actualmente conocida como Vía de la Plata. Saliendo de Zamora, para llegar a El Cubo del Vino, Salamanca (capital), Frades, Valverde de Valdecasa, Baños de Montemayor y Capera (Cáparra). Desde donde sigue hasta Mérida pasando por: Larios, Alconétar y Cáceres (capital); Santiago de Bencáliz y Mérida. Siendo lógico que desde Salamanca viajasen hasta el Guadarrama, por otras calzadas que enlazasen con Titulcia; vía Ávila, o bien bajando hasta Capera y avanzando en línea recta por el Valle del Tiétar, hasta alcanzar el Guadarrama.




SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Tres imágenes de El Escorial, donde se sitúa Miacum (la primera “parada” entre Segovia y Titulcia en la Ruta XXIV). Arriba, foto tomada desde la silla de Felipe II, frente al monasterio; a nuestra derecha, estarían los terrenos donde se ubica la finca “Monesterio”; lugar en que algunos localizan Miacum. Aunque otras teorías lo ponen en Collado Mediano (El Beneficio); pueblo que está al fondo de la imagen, bajo Navacerrada (montaña que vemos en el centro, con tonos grises). Al lado, El Escorial. Abajo, dibujo mío del monasterio.






JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de La Boca del Asno, en la subida al puerto de Navacerrada; llegando desde San Ildefonso. Es este un curioso paso, que cruza el río Bedoya, cuyas aguas cristalinas son de enorme calidad y fueron utilizadas para crear la primera fábrica de whisky de España: La DYC. Como vemos, junto al cauce, se observa un pequeño camino que quizás era un antiguo sendero de origen romano, para subir hacia Navacerrada.









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de Segovia, segunda parada desde Titulcia al Norte, por la ruta XXIV. Al lado, el acueducto romano. Abajo, un dibujo mío.










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de Cauca romana; Coca en Segovia. Al lado, murallas y verracos de granito. Cauca era una urbe en pleno territorio vacceo; por lo que resulta extraño encontrar allí toros o verracos. Mi teoría acerca de la aparición de los tres ejemplares que hay en la localidad; es que los pudo traer Alonso de Fonseca I; muñidor de los Pactos de Guisando (quizás trasladándolos desde este monte de Ávila, como recuerdo del acuerdo entre Enrique IV y su hermana Isabel la Católica). Ello explicaría, que haya un tercer verraco en las paredes del castillo de Coca, en su zona antigua (levantada por este Alonso de Fonseca I). Abajo, su castillo construido por los Fonseca.





JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
dos imágenes de Nivaria y Septimancas. Al lado, paso por el puente del río Pisuerga en el mes de agosto (podemos ver que el cruce es fácil, debido a que en verano no hay tanto caudal). Al fondo de la imagen, los montes de Portillo de Valladolid, bajo cuyas cimas está Pedraja de Portillo, donde algunos localizan Nivaria. Otros la sitúan en Matapozuelos (más al Oeste, cerca de Medina del Campo). Sea como fuere, este puente o paso, fue el que habría de cruzarse para seguir la ruta XXIV de Antonino. Abajo, el famoso Castillo de Simancas; archivo general desde Felipe II.






JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de Tiedra. Ambas tomadas en el descampado donde se considera que estuvo Amallóbriga: El alto de la ermita.








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de Toro (Zamora). Al lado, un dibujo mío de su Colegiata. Abajo, el puente romano que cruza el Duero. Al fondo de esta foto, vemos las montañas de Cebreros, sitas a unos 150 kilómetros de distancia (lo que vigila a la redonda, este punto estratégico e histórico).







JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
dos imágenes más de Toro. Al lado, un verraco vettón, que fue utilizado desde el siglo XVIII como asiento, en las calles de la villa. Curiosamente, Toro ya es una urbe que estaría en territorio vacceo; por lo que resulta extraño encontrar allí toros o verracos (tal como sucede en Coca). Aunque la leyenda dice que esta escultura fue hallada en el río y puesta primeramente en el puente del Duero; lo que explicaría su emplazamiento. Ya que el otro lado del cauce, eran tierras vettonas y sabemos que esta tribu situaba esos verracos como signo de frontera y marca (al modo de mojones). Abajo, de nuevo, los campos de Toro y su vista desde el alto de la Colegiata (llamado “el espolón”). Observamos el Duero que viene desde tierras de Simancas y Tordesillas, para dirigirse desde allí a Zamora.




JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
dos imágenes del Duero a su paso por Zamora; ciudad ibérica de Ocelo Duri (o bien Ocelodurum); nombre que yo identifico como “alto o cielo del Duero” (entendiendo que DURU es una voz ibera, que significaría agua). Desde esta urbe, la ruta ya tomaba sentido Sur, encaminándose hacia Salamanca. Por lo que a partir de este punto, hemos cesado en calcular distancias y días, siguiendo la Vía XXIV de Antonino; ya que de Titulcia a Salamanca se iría por otro trayecto.



BAJO ESTAS LÍNEAS: de nuevo, la Ruta XXIV de Antonino, esta vez en los tramos más cercanos a Titulcia. Como veremos, después de Titulcia sigue hasta Complutum, Arriaca etc; para llegar a César Augusta.



B - 2) El camino desde Titulcia a Césaraugusta, marcados por los Itinerarios XXIV y XXV:

          Como ya hemos visto, las diferentes Vías, señalaban un trayecto desde Titulcia a Zaragoza; que unía esta última población con Segovia (por la Ruta XXIV) y con Toledo (por la XXV). Llegando hasta Cesaraugusta siguiendo una misma calzada, que comprendía las siguientes paradas: Cumplutum, Arriaca, Caesada y Segontia (Alcalá, Guadalajara, Espinosa de Henares y Sigüenza). Para ir luego hasta: Arcóbriga (Monreal del Monte Ariza), Aquae Bilbilitana (Alhama), Bílbilis (Calatayud), Netóbriga (indeterminada; hacia La Almunia, en la ermita de Cabañas), Secontia (Bárboles) y Cesaraugusta (Zaragoza).

           Siendo descrito en el Itinerario del siguiente modo, en sus distintas rutas (XXIV, XXV y XXIX):

SIC:

435

1 Amallobriga m.p. XXVII

2 Septimanca m.p. XXIIII

3 Nivaria m.p. XXII

4 Cauca m.p. XXII

5 Segovia m.p. XXVIIII

6 Miaccum m.p. XXIIII

436

1 Titulciam m.p. XXIIII

2 Conplutum m.p. XXX

3 Arriaca m.p. XXII

4 Caesada m.p. XXIIII

5 Segontia m.p. XXIII

437

1 Arcobriga m.p. XXIII

2 Aquae Bilbilitanorum m.p. XVI

3 Bilbili m.p. XXIIII

4 Netobriga m.p. XXI

5 Secontia m.p. XXIIII

Otra vía es la XXV que va de Emerita a Caesaraugusta por Toletum, cuya descripción en el Itinerario es la siguiente:

438,

2 Alio itinere ab

3 Emerita Caesarea Augusta m.p. CCCXLVIII, sic

4 Lacipea m.p. XX

5 Leuciana m.p. XXIIII

6 Augustobriga m.p. XII

7 Toletum m.p. LV

8 Titulciam m.p. XXIIII

La siguiente vía es la. que, desde Asturica a Caesaraugusta, pasaba por Titulcia, y que el Itinerario describe así:

439,

5 Item ab Asturica

6 Caesaraugusta m.p. CCCCXCVII, sic:

7 Bedunia m.p. XX

8 Briceco m.p. XX

9 Vico Acuario m.p. XXXII

10 Ocelo Duri m.p. XVI

11 Titulciam mansionibus supra scriptis m.p. CXCIIII

13 Caesaraugusta mansionibus supra scriptis CCXV


          En todas ellas se sucedían las mismas paradas desde Titulcia a Zaragoza; que vamos a analizar a continuación:

1º-De Titulcia a Complutum 30 Millas: Unos 47 kilómetros que es lo que hay desde Arroyomolinos hasta Alcalá de Henares. Ello supone que entre ambas poblaciones se necesitaba: andando más de un día, 1,25 jornadas; en carro menos de un día, ¾ de jornada; al galope ½ jornada.

2º- De Titulcia a Arriaca (Guadalajara capital). El Itinerario marca desde Complutum a Arriaca 22 millas; que viene a ser un día andando, ½ jornada en carro y ¼ de jornada al galope. Por lo que para ir desde Titulcia a Arriaca, se precisarían: 2,25 jornadas andando; 1,75 jornadas en carro; 1 jornada al galope.

3º- De Titulcia a Caesada (identificada con Espinosa de Henares, o con Hita; a mi juicio es Carrascosa, en Guadalajara). El itinerario marca desde Arriaca a Caesada 24 millas; por lo que entre ambas había 1 día a pie, ½ día en carro y ¼ de día al galope. De tal manera, entre Titulcia y Caesada se tardaría aproximadamente: 3,25 jornadas andando; 2,25 jornadas en carro; 1,25 jornadas al galope.

4º- De Titulcia a Segontia (Sigüenza). El itinerario marca entre Caesada y Segontia, 23 millas; lo que supone que hay 1 jornada andando, ½ en carro y ¼ al galope. Por lo que entre Titulcia y Segontia (Sigüenza) habría: 4,25 jornadas andando; 2,75 jornadas en carro y 1,5 al galope.


Pasamos ya al segundo tramo de la Ruta que lleva hasta Zaragoza:

5º- De Titulcia a Arcobriga (para algunos Arcos de Jalón, normalmente identificada con Monreal del Monte Ariza): El itinerario marca desde Segontia a Arcóbriga, 23 millas más. Lo que supone otra jornada andando, media en carro y un cuarto al galope. Por lo que desde Titulcia a Arcóbriga (Monreal del Monte Ariza) habría: 5,25 jornadas a pie; 3,25 en carro y 1,75 jornadas al galope.

6º- De Titulcia a Aquae Bilbilitanorum (Alhama de Aragón). El Itinerario marca desde Arcóbriga a Aquae Bilbilitanorum 16 millas; lo que viene a ser ¾ de día a pié, medio día en carro y un cuarto al galope. Por ello, desde Titulcia a Aquae Bilbilitanorum habría: 6 jornadas andando, 3,5 en carro y 2 jornadas al galope.

7º- De Titulcia a Bilbilis (Calatayud): El Itinerario marca desde Aquae Bilbilitanorum hasta Bílbili, 24 millas. Lo que viene a ser un día andando, medio en carro y un cuarto de jornada al galope. Por lo que desde Titulcia hasta Bílbilis habría: 7 jornadas andando, 4 en carro y 2,25 días al galope.

8º- De Titulcia a Netóbriga (cerca de la Almunia de Da Godina). El Itinerario marca desde Bílbilis hasta Netógriga, 21 millas. Lo que de nuevo supone una jornada más andando, media en carro y un cuarto al galope. Por lo que desde Titulcia a Netóbriga, habría 8 jornadas a pie, 4,5 en carro y 2,5 jornadas al galope.

9º- De Titulcia a Secontia (localizada en Bárboles). Añade el Itinerario 24 millas más entre Netóbriga y Secontia; lo que sería otro día más a pie, medio en carro y un cuarto al galope. Por lo que entre Titulcia y Secontia habría: 9 jornadas a pie; unas 5 en carro y 2,75 jornadas al galope.

10º- De Titulcia a Cesaraugusta (Zaragoza): Marca el Itinerario 14 millas desde Segontia o Secontia hasta Cesaraugusta; lo que supondría ¾ de jornada andando, menos de media en carro y menos de ¼ de jornada al galope. Por lo que desde Titulcia a Zaragoza habría algo menos de 10 jornadas a pie; 5,5 jornadas en carro y unas 3 jornadas al galope.

          A lo dicho, añadiremos que desde Zaragoza, se podría tomar barco en su puerto del Ebro y llegar hasta Dertosa (Tortosa) en menos de tres jornadas. Para luego, embarcarse desde allí hasta Roma, donde se arribaría en una semana. Es decir, que desde Titulcia hasta Roma, habría unos veinte días de trayecto a pie, unos quince en carro y unos trece si fuéramos como un mensajero, al galope (uniendo ambos trayectos, por calzada y por mar). Quizá algo más en el retorno, debido a la contracorriente del Ebro. Aunque a todo ello, habrían de sumarse factores climatológicos y de temporada -siendo más fácil viajar durante los meses de verano por barco y en los de otoño o primavera, por tierra-.






SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Tres imágenes del llamado Mosaico de la Casa de Baco, hallado en Complutum y que actualmente expone el Museo Arqueológico Regional, de Alcalá de Henares
-al que agradecemos nos permita divulgar nuestras fotos-. Coetánea a la Villa de Carranque (del siglo IV a.C.), en esta casa de Baco se hallaron bellísimas escenas en sus suelos.









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes más del Mosaico de la Casa de Baco, tal como lo expone el Museo Arqueológico Regional, de Alcalá de Henares -al que agradecemos nos permita divulgar nuestras fotos-.







JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes tomadas en el Museo de Guadalajara (palacio de los Mendoza), al que agradecemos nos permita divulgarlas. Al lado, tumbas y hallazgos procedentes de la necrópolis de Sigüenza (Prados Redondos), fechados entre los siglos V y IV a.C.. Abajo, tumbas romanas procedentes de Guadalajara.









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes tomadas en el Museo de Guadalajara (palacio de los Mendoza), al que agradecemos nos permita divulgarlas. Al lado, detalle de una de las estelas anteriores; en este caso procedente de Tortuera, fechada en el siglo I d.C. y que contiene una cara labrada sobre la piedra arenisca. Abajo, piezas de hogar de época celtibérica (siglos V al III a.C.) hallados en Guadalajara capital (Arriaca).









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de Sigüenza, la antigua Segontia. Al lado, foto mía hace unos treinta años, en las calles segontinas. Abajo, dibujo mío de la catedral.










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de Calatayud, Bílbilis. Al lado, una de sus preciosas torres. Abajo, capiteles en el Museo Romano de Bílbilis, al que agradecemos nos permita divulgar nuestra foto.










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes del castillo palacio de la Aljafería; en Zaragoza (Cesaraugusta).










B - 3) Siguiendo la Ruta XXV, en sentido inverso:

Esta Vía XXV, nos dice exactamente:

Alio itinere ab Emerita Caesarea Augusta m.p. CCCXLVIII (en otro viaje desde Mérida a Zaragoza 348 millas -540 kilómetros)

-Lacipea m.p. XX (20 millas desde Mérida a Villar de Rena -30 kilómetros-; aunque en mi opinión, Lacipea es Miajadas)

-Leuciana m.p. XXIIII (a Logrosán o Abertura 24 millas 37 kilómetros)

-Augustobriga m.p. XII (a Talavera la Vieja 12 millas -18,5 kilómetros-; aunque en mi opinión Augustobriga es Guadalupe-Berzocana -o bien Vascos, como veremos-)

-Toletum m.p. LV (a Toledo 55 millas -85 kilómetros-)

-Titulciam m.p. XXIIII (a Titulcia 24 millas 37 kilómetros)

           Por lo que desde Titulcia (Arroyomolinos/El Álamo) a Mérida, había las siguientes paradas y distancias:

1º- De Titulcia a Toledo: 24 millas (37 kilómetros); aproximadamente 1 jornada andando, 1/2 jornada en carro y 1/4 de jornada al galope.

2º- De Titulcia a Agustóbriga (localizada por muchos en Talavera la Vieja, por Blázquez en Vascos -Toledo- y por mí en Guadalupe): Marca el Itinerario entre Toledo y Augustobriga, 55 millas -85 kilómetros-. Lo que supondría 2 días a pie, 1 jornada en carro y 1/2 al galope. Como hemos dicho, a mi juicio, Augustobriga estaría en Guadalupe-Berzocana; no a 55 millas de Toledo, sino a 105 millas. Considerando que existe un error de copista en esta parte del Itinerario. Por cuanto habría desde Toledo a Augustóbriga 4 días a pie, 2 en carro y 1 al galope. Ello significaría que desde Titulcia a Augustóbriga, habría: 5 jornadas a pie; 2,5 en carro y 1,25 días al galope. Aunque en el trayecto habríamos de tener en cuenta el paso por el Puerto de San Vicente, lo que probablemente supondría más tiempo de viaje.

3º- De Titulcia a Leuciana (Logrosán, Abertura): Marca el Itinerario 12 millas, entre Augustobriga y Leuciana; lo que supone aproximadamente un día andando, medio en carro y un cuarto de jornada al galope. Por cuanto desde Titulcia a Leuciana habría: 6 jornadas a pie, 3 en carro y 1,5 días al galope.

4º- De Titulcia a Lacipea (Miajadas ó Villar de Rena). Marca el Itinerario desde Lacipea a Leuciana 24 millas -unos 37 kilómetros-; lo que supone un día andando, medio en carro y un cuarto de jornada al galope. Por cuanto desde Titulcia a Lacipea habría: 7 jornadas a pie, 3,5 en carro y 1,75 días al galope.

5º- De Titulcia a Mérida. Marca el Itinerario desde Lacipea a Emérita Augusta 20 millas, unos 30 kilómetros. Lo que supone un día andando, medio en carro y un cuarto de jornada al galope. Por cuanto desde Titulcia a Mérida habría: 8 jornadas a pie, 4 en carro y 2 días al galope.

          A las paradas ya mencionadas, debemos añadir las que vimos en el capítulo anterior, cuando hablábamos de las Mansiones que en este tramo ampliaba el Anónimo de Rávena; que eran las siguientes:

Expresando el Ravennate que desde Cesaraugusta a Emérita, pasando por Complutum, Titulcia y Toletum; se iba por las siguientes paradas:

7º Complutum, cuius affinalis est civitas quae dicitur / 9º Titultiam, item civitas / 10º Toleton / 11º Lebura / 12º Augustabria / 13 Lomundoº / 14º Turcalion / 15º Rodacis / 16 Lacipe” .

Lo que interpretado a nuestro modo es:

-Complutum, de la cual es la ciudad afín que se llama. Alcalá (parada 7ª viniendo de Cesaraugusta)

-Una parada 8º; que no menciona

-Titulcia (9º) Móstoles o Carranque (admitido). Arroyomolinos-Batres, a mi juicio.

-Toleton (10º) Toledo

-Lebura (11º) Puente del Arzobispo admitido por la mayoría. En mio opinión Alcaudete de la Jara o Vascos, Navalmoralejo.

-Augustabria (12º) Talavera a Vieja, aunque en mi opinión es Berzocana-Guadalupe

-Lomundo (13º) Cerca del río Almonte; al Oeste de Berzocana antes de llegar a Trujillo, situándose a mi juicio entre Retamosa y Aldeacentenera (donde está el famoso castro de La Coraja).

-Turcalion (14º) Trujillo

-Rodacis (15º) Al sureste de Cáceres, quizás próximo a Ruanes. A mi juicio, Santa Cruz de la Sierra o Puerto de Santa Cruz, al Sur de Trujillo.

-Lacipe (16º) Lacipea; que hemos considerado Miajadas.

-Mérida (sin mencionar)







SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Tres imágenes de Mérida; el Arco de Trajano y el Palacio Templo de Diana.









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
dos imágenes de los lugares que cita el Anónimo de Rávena. Al lado, paso por Las Villuercas, hacia Lomundo (cerca del río Almonte). Abajo, Turcalion (Trujillo) donde al fondo podemos ver Las Villuercas.








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes del lugar donde sitúo Titulcia; entre Arroyomolinos y El Álamo, en las cercanías de Batres y en el valle del Guadarrama.







B - 4) Siguiendo las Rutas XIX y XXX, en sentido inverso:

          Del mismo modo, podemos ver las distancias que había entre Titulcia y las poblaciones descritas en estas dos Vías más del Itinerario de Antonino; que recoge el camino del siguiente modo:

RUTA XXIX

3 Per Lusitaniam ab Emerita Caesarea

4 Augusta m.p. CCCCLVIII, sic

5 Contosolia m.p. XII

6 Mirobriga m.p. XXXVI

7 Sisalone m.p. XIII

445

1 Carcuvium m.p. XX

2 Ad Turres m.p. XXVI

3 Mariana m.p. XXIIII

4 Laminium m.p. XXX

5 Alces m.p. XL

6 Vico Cuminario m.p. XXIIII

446

1 Titulciam m.p. XVIII

2 Caesaraugusta mansionibus supra scriptis m.p. CCXV

RUTA XXX

446

4 Item a Liminio Toletum m.p. XCV, sic:

5 Murum m.p. XXVII

6 Consabro m.p. XXIIII

7 Toletum m.p. XLIIII


RUTA XXX:

0º- De Titulcia a Toledo, sabemos que había 24 millas (37 kilómetros); aproximadamente 1 jornada andando, 1/2 jornada en carro y 1/4 de jornada al galope.

1º- De Titulcia a Consabro (Consuegra). La Ruta XXX marca de Toledo a Consuegra 44 millas (unos 68 kilómetros). Por lo que habría unos dos días andando, uno en carro y medio al galope. De este modo, desde Titulcia hasta Consuegra se tardaría aproximadamente: 3 jornadas a pie, 1 y 1/2 jornada en carro y 3/4 de jornada al galope.

2º- De Titulcia a Murum (a mi juicio Puerto Lápice, comúnmente Villarta). La Ruta XXX marca de Consabro a Murum 24 millas; lo que supone un día a pie, medio en carro y un cuarto de jornada al galope. Así pues, entre Titulcia y Murum (Puerto Lápice) habría aproximadamente: 4 jornadas a pie, 2 días en carro y 1 jornada al galope.

3º- De Titulcia a Laminio (Laminium: comúnmente Alhambra; para mí Daimiel). La Ruta XXX marca de Murum a Laminium 27 millas. Lo que supone un día a pie, medio en carro y un cuarto de jornada al galope. Así pues, entre Titulcia y Laminium (Daimiel) habría aproximadamente: 5 jornadas a pie; 2,5 días en carro y 1,25 jornadas al galope.




SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Tres imágenes de Consabro (Consuegra) hace más de treinta años.







JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos fotos de Puerto Lápice, que yo considero Murum. En este caso, dos ventas muy famosas de esta localidad, conocida desde tiempos indeterminados como parada o Mansión. Al lado, La Venta del Quijote; abajo la Venta de Puerto Lápice.








RUTA XXIX:

1º- De Titulcia a Vico Cuminario (a mi juicio Esquivias): Según la Ruta XXIX entre Titulcia y este Vico, había 18 millas; lo que supone un día a pie, medio en carro y un cuarto de jornada al galope.

2º- De Titulcia a Alces (Alces, a mi juicio Alcázar de San Juan): Según la Ruta XXIX entre Vico Cuminario y Alces, había 24 millas; lo que supone un día a pie, medio en carro y un cuarto de jornada al galope. Por lo que entre Titulcia y Alces, habría: 2 días a pie, 1 día en carro y 1/2 jornada al galope.

3º- De Titulcia a Laminio (Daimiel) por esta otra vía. Según la Ruta XXIX entre Alces y Laminium, habría 40 millas; lo que supone 2 días a pie, 1 en carro y 1/2 de jornada al galope. Por lo que siguiendo esta otra ruta, entre Titulcia y Laminio sería 4 días a pie, 2 en carro y 1 jornada al galope.

4º- De Titulcia a Mariana (localizada en Puebla del Príncipe; a mi juicio Manzanares-Membilla). Según la Ruta XXIX entre Laminium y Mariana, había 30 millas; lo que supone 1 día a pie, 1/2 en carro y 1/4 de jornada al galope. Por lo que desde Titulcia a Mariana sería 5 días a pie, 2,5 en carro y 1,25 jornada al galope.

5º- De Titulcia a Ad Turres (a mi juicio Almagro): Según la Ruta XXIX entre Mariana (Manzanares) y Ad Turres (Almagro), había 23 millas; lo que supone 1 día a pie, 1/2 en carro y 1/4 de jornada al galope. Por lo que desde Titulcia a Ad Turres habría 6 días a pie, 3 en carro y 1,5 jornada al galope.

6º- De Titulcia a Carcuvium (Caracuel, Ciudad Real). Según la Ruta XXIX entre Ad Turres (Almagro) y Carcuvium (Caracuel), había 26 millas; lo que supone 1 día a pie, 1/2 en carro y 1/4 de jornada al galope. Por lo que desde Titulcia a Carcuvium habría 7 días a pie, 3,5 en carro y 1,75 jornadas al galope.

7º- De Titulcia a Sisalone (Almadén-Almodovar del Campo). Según la Ruta XXIX entre Carcuvium (Caracuel) y Sisalone (Almodóvar del Campo), había 20 millas; lo que supone 1 día a pie, 1/2 en carro y 1/4 de jornada al galope. Por lo que desde Titulcia a Sisalone habría 8 días a pie, 4 en carro y 2 jornadas al galope.

8º- De Titulcia a Miróbriga (Zarza-Capilla). Según la Ruta XXIX de Sisalone (Almodóvar del Campo) a Miróbriga (Zarza-Capilla), había 12 millas; lo que supone 1/2 días a pie, 1/4 en carro y 1/8 de jornada al galope. Por lo que desde Titulcia a Sisalone habría 8,5 días a pie, 4,25 en carro y 2,25 jornadas al galope.

9º- De Tittulcia a Contosolia (Magacela). Según la Ruta XXIX de Miróbriga (Zarza-Capilla) a Contosolia (Magacela), había 36 millas; lo que supone 1,5 día a pie, 3/4 de jornada en carro y 1/2 jornada al galope. Por lo que desde Titulcia a Contosolia habría 10 días a pie, 5 en carro y 2,75 jornadas al galope.

10º- De Contosolia (Magacela) a Emérita Augusta (Mérida): Según la Ruta XXIX de Contosolia (Magacela) a Mérida, había 12 millas; lo que supone 1/2 día a pie, 1/4 de jornada en carro y 1/8 de jornada al galope. Por lo que desde Titulcia a Mérida, siguiendo este camino habría 10,5 días a pie, 5,25 en carro y unas 3 jornadas al galope.



SOBRE Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Dos imágenes de Toledo; punto de referencia de la Ruta XXX. Arriba, un dibujito mío. Abajo, su atardecer,






JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Dos fotos de Almagro (que yo identifico con Ad Turres). Su famoso Corral de la Comedia -al que agradecemos nos permita divulgar nuestras fotos-.









C) OTRAS VÍAS QUE LLEVABAN AL GUADARRAMA. Titulcia y Mantua Carpetana, como nudo de comunicación central:

C-1) Los estudios de Montero Vitores y su análisis sobre las calzadas carpeto-vettónicas:

         Para redactar este epígrafe, vamos a centrarnos nuevamente en la tesis doctoral de Jesús Montero Vitores -repetidamente mencionada; que recogemos de nuevo en (84) -; donde el autor nos habla de los caminos que se extendían al Sur del Sistema Central (territorio de carpetanos y vettones). Mencionando una calzada en el Jerte , otra en Béjar y una que denomina “del Tiétar”, sobre la que escribe literalmente:

        “En este marco encontramos numerosos ramales de comunicación relacionados en su mayor parte con la Vía de la Plata, y que aquí se agrupan en tres grandes unidades: La calzada del Jerte, la calzada del Tiétar y la calzada de la Sierra de Béjar (....) La calzada del valle del Tiétar (lám. XL) ha sido analizada fundamentalmente por A. Blázquez en conexión con la calzada descrita entorno a Navalmoral de la Mata, que de este modo se convierte en el punto de partida de la calzada, desviándose así de la ruta hacia Caesarobriga (Talavera de la Reina, Toledo), que más adelante trataremos. El recorrido de esta calzada se define a través de Casatejada y El Toril, al N.W. del embalse de Valdecañas, en donde viene suponiéndose la ubicación de Augustobriga (...) Toril marcaría la siguiente etapa de la calzada, para conectar, según nos describe Villuga, con la zona de Plasencia a través de Barcas de Bazagona y las proximidades de Malpartida de Plasencia. El paso de La Bazagona es importante ya desde la Edad Media y se cita como uno de los puntos en donde existía un servicio de barcas para cruzar el río fletar, en época musulmana” (84a)

       Acerca de la Calzada del Jerte nos dice el mismo autor: Se extiende aprovechando un espacio geográfico natural creado por la falla de Plasencia y discurre paralelamente a esta falla al menos hasta El Barco de Avila. Su punto de partida se situa es Plasencia, para continuar la línea del río Jerte a través de Navacebrera, Villavieja, puente de Asperillas, Jerte, puente de Valdeinfiernos y puerto de Tornavacas, desde dónde se internaría en la sierra de Gredos para llegar hasta El Barco de Avila. Los restos asociados a esta calzada son escasos pero significativos(84b) . Tras estas palabras, Montero Vitores pasará a exponer el modo en que estaban comunicadas las dos Talaveras (de la Reina y la Vieja), que él reconoce como Caesaróbriga y Augustobriga -respectivamente-. Afirmando que los diversos caminos que bajaban del Tiétar, las unían al Sistema Central; a la vez que otras rutas las mantenían en contacto con Trujillo o con Mérida -tal como se recoge en los Itinerarios y en el Anónimo de Rávena- (84c) . Lo que explica que numerosas localidades de su entorno sean pueblos altamente romanizados; escribiendo el autor: “pertenecen al ámbito de Caesarobriga. Puntos como Las Herencias, Alcaudete de la Jara, Belvis de la Jara, Aldeanueva de Barbarroya, Azután, Espinoso, Malamoneda, Mohedas, Nava de Ricomalillo, Navalmorales, Castillo de Bayuela o Real de San Vicente, constituyen importantes yacimientos romanos, algunos definidos como castras romanizados -o eso de los dos últimos- , que podrían determinar el contexto limítrofe entre Carpetanos y Vettones(84d) .

          Seguirá Montero Vitores, explicando otras calzadas principales que unirían Toledo y las dos Talaveras, con Mérida; principalmente a través del Puerto de San Vicente. Considerando que hubo dos caminos principales en esta zona: El primero que cruzaba las Villuercas pasando por Guadalupe a Logrosán; mientras el segundo iría de Medellín a tierras de Ciudad Real (84e) . Todo lo que ya hemos visto repetidamente en nuestros anteriores capítulos. Llegado a este punto, expresa una importante idea por la que nos dice que el trayecto hacia Trujillo nada tenía que ver con las rutas que llevaban hasta Augustóbriga; lo que únicamente cobra sentido si situamos esta última urbe en las cercanías de Guadalupe y no junto a Valdecañas. Pese a que Montero Vitores localiza Augustóbriga en Talavera la Vieja, escribe: “hemos de pensar que la calzada que partiendo de Trujillo y pasando por Jaraicejo se dirigía hacia el norte, no tenía una relación directa con Augustobriga. Los trabajos de F. Coello y A. Blázquez la desarrollan más al norte, alrededor de puntos como Almaraz y Navalmoral de la Mata, para unirla directamente a Puente del Arzobispo para entrar en la Carpetania en dirección a Toletum. El paso entre Jaraicejo y Almaraz se cubriría a través de Casas de Miravete, en donde se localizan restos de empedrado romano (84f) .

        Todo lo que obliga al autor a considerar que aquella calzada que salía desde Trujillo, no tenía como destino Talavera la Vieja, sino El Puente del Arzobispo, para alcanzar Toledo; un hecho inexplicable y al que no encontramos mucho sentido. Pues resulta imposible que esta vía que baja desde Jaraicejo, no tuviera un ramal hacia Talavera la Vieja; marchando también hasta Oropesa y desde allí a Talavera de la Reina. Habida cuenta que se extiende por una llanura, que actúa como camino natural. Donde, tras saltar “Miravete” o bajar por “Deleitosa”, nos encontraremos una zona en la que muy pronto aparece Belvis de Monroy con Navalmoral y Talavera la Vieja (a pocos kilómetros al Sur). Pero a su vez, siguiendo una ruta trazada por la propia naturaleza, llegaremos pronto a Oropesa (sita frente al pico más alto de Gredos: el Almanzor). Alcanzando antes, el pueblo llamado Calzada de Oropesa, que nos lleva hasta El Puente del Arzobispo y Valdeverdeja, camino de El Puerto de San Vicente (no de Toledo). Mientras si seguimos la ruta natural, avanzaremos desde Oropesa hasta Talavera de la Reina; la antigua Caesarobriga. Pudiendo llegar de Oropesa a Toledo, cruzando por La Puente del Arzobispo o siguiendo hasta la referida vía hacia Talavera de la Reina.



SOBRE ESTAS LÍNEAS: Mapa donde he marcado con una línea granate, el camino desde Cesaraugusta a Titulcia -pasando por Complutum-; y desde esta, a Capera (Cáparra), para llegar a Conímbriga y Figueira da Foz. En el plano también hemos señalado los pasos al Oeste y al Este del Sistema Central. Uno primero, que cruza por la llamada Ruta de la Plata (desde Mérida a Salamanca). Mientras el segundo discurre al Este del Sistema Central; comunicando Soria y Segovia, con Guadalajara y Madrid -por la zona de Atienza-.

En el mapa y sobre las montañas de la meseta, he señalado los puertos de paso, con diferentes números y colores:

4)-Puerto de Somosierra: lleva desde el Sur de Soria y Segovia, hacia Buitrago, Torrelaguna y Alcalá de Henares.

1)-Puerto de Navacerrada: cruza desde Segovia (La Granja) llegando hasta el río Guadarrama, Ruta de Calzada XXIV.

2)-Puerto de Guadarrama, con el Alto de los Leones: que lleva hasta el río Guadarrama.

3)-Puerto de SantaCruz: Procede de Ávila, cruza Las Navas del Marqués y baja hasta El Escorial, Las Zorreras (calzada romana). Llegando así al río Guadarrama (Ruta XXIV).

5)-Paso por Cebreros: Alto de Sonsoles, hacia El Tiemblo.

6)-Puerto del Pico: famosa calzada-cañada; que lleva de Arenas de San Pedro hasta Ávila capital.

7)-Paso de Tornavacas, desde El Jerte a El Barco de Ávila, Piedrahita, Ávila.

BAJO ESTAS LÍNEAS: Mapa tomando un modelo de Google (al que agradecemos nos permita divulgarlo); donde hemos señalado las calzadas que menciona Montero Vitores:

1-Desde Capera (Cáparra) a Piedrahita, pasando por Tornavacas y El Barco de Ávila.

2-Desde Plasencia a Talavera la Vieja; pasando por Navalmoral de la Mata.

3-Desde Trujillo a Toledo, pasando por las Talaveras.




JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
dos imágenes relacionadas con las anteriores. Al lado, el puerto por Cebreros, con sus famosas viñas en los altos y al Sur de Ávila. Abajo, Capera y las montañas del Jerte (al fondo). Cordillera por donde discurre la cañada denominada “paso de Tornavacas”; comunicando La Ruta de la Plata (Vía XXIV) con los pastos y valles de El Barco y Piedrahita.





C-2) Cañadas y calzadas; los caminos naturales del centro peninsular:

          Hemos trazado varias vías, recogiendo en plano las comunicaciones antiguas, tal como se mencionan en numerosos textos clásicos y medievales. Aunque las sendas y veredas de antaño, no solo nacieron para cubrir las necesidades económicas; siendo utilizadas también para las costumbres y migraciones más antiguas peninsulares. Por cuanto tenían dos fundamentos: Primeramente comercial y centradas en el transporte (de mercancías o personas); conservando un segundo uso, basado en la ganadería y la trashumancia. Debido a ello, todo camino era utilizado por los pastores para conducir sus cañadas; a la vez que sobre sus lindes transitaban personas, carros y monturas. Pese a todo, las veredas donde principalmente se trasladaban rebaños, eran más pobres y de raigambre ancestral; por lo que solían tener una anchura mayor -debiendo ser menos cuidadas-. Mientras los lugares de tránsito comercial o de viajeros, solían “calzarse” y empedrarse en tramos; para un mejor uso, agarre y rodamiento (evitando así, además, las polvaredas). Debido a lo que expresamos, es muy difícil distinguir qué trayectos fueron simples cañadas pecuarias; de aquellas otras creadas como vías de comunicación, reservadas a personas y mercancías. Lo que en época romana se distinguía como “calzada” (que permitía el tránsito de tráfico rodado o montado, a alta velocidad); siendo muy distintos a los trayectos pecuarios.

        Pese a lo expresado, el dato que más nos puede ayudar a fijar la diferencia entre esos caminos para trashumar con animales y los dedicados al transporte; está en su cimentación. Pudiéndose migrar con los rebaños, por simples veredas (siempre que fueran anchas). Mientras para viajar, las vías debían consolidarse con varias capas de piedra, que finalmente se cubrían con arenas apelmazadas; impidiendo así la formación de agujeros y charcos en superficie. Por lo demás, hay un dato que nos puede servir para intuir qué caminos fueron inicialmente “cañadas” de animales y cuales son tan solo calzadas de transporte. Todo lo que se deduce si nos basamos en su orientación. Pudiendo decirse que aquellos con dirección Norte a Sur -y viceversa-; originalmente pudieron ser vías pecuarias. Mientras los que van de Este a Oeste -y en sentido inverso-, fueron creados y usados principalmente como rutas comerciales o transporte de personas. Debido a que la trashumancia milenaria, se producía siempre desde las zonas de calor , hacia las más frescas; regresando en invierno a las templadas.

     A la conclusión anterior, se llega observando las “Cañadas y Veredas”, que viajan predominantemente en sentido Sur-Norte-Sur. Caminos llamados “reales” debido a que los monarcas de la Edad Media, establecieron finalmente por escrito, sus Derechos. Determinando las leyes sobre vado y viaje que tendrían aquellas sendas, en base a costumbres guardadas durante milenios. Pues se considera que los Cordeles y Vías pecuarias, tuvieron un origen neolítico; pasando a ser comúnmente usados por la mayoría de los habitantes peninsulares durante la Edad del Bronce. Estableciéndose como vías comunes y con servidumbres, durante el Bronce Bajo y la Primera Edad del Hierro (desde el 1200 al 700 a.C.). Momento en que se producirán las primeras migraciones venidas por tierra desde Centro Europa (los llamados indoeuropeos o celtas), quienes ya establecerían esas rutas de Trashumancia y su servidumbre de paso. Al ser necesario migrar con el ganado hacia el Norte -en los veranos-; regresando al Sur cada invierno. Un hecho debido a la falta de agua y pastos en las zonas meridionales peninsulares -desde mayo a octubre-; lo que se unía al frío y las nieves que cubrían los campos de la Meseta central -de noviembre a marzo-. Todo ello llevó a crear un sistema ganadero con obligatoriedad de trashumancia; un hecho que unificaría muy pronto a todos los habitantes de nuestras tierras, debido a que pasaban medio año en el sur y la otra mitad en el norte. Lo que -a mi juicio- hizo que Iberia fuera ya concebida como una unidad cultural desde tiempos inmemoriales. Por cuanto, los griegos dieron a toda la Península un mismo nombre: Iberia (Hesperia, el Occidente). Llegando más tarde los romanos, que observarían de un modo similar como ese territorio, separado por los Pirineos y situado al fin del Mundo, era un centro de ganaderos trashumantes. Llamándole en latín Hispania; voz que nace -a mi juicio- de la palabra que usaban los cartagineses y fenicios para denominar a nuestra Península; cuyo significado sería también “Occidente”. Naciendo el término “SPAL” del término semita “Svar” o “Sper”; cuyo tronco común lo tenemos aún en la raíz aramea “SEFAR”, que se traduce por “Occidental” -sefardí- (85) .

BAJO ESTAS LÍNEAS: Mapa de las principales Cañadas o Vías Pecuarias de la Península. Desde un modelo tomado en Wikipedia, hemos desarrollado este plano general.



          Todo lo que hemos expuesto, explica la idiosincrasia de nuestra tierra; que desde los tiempos más antiguos estuvo unida por un entramado de vías (pecuarias), comunicando el Norte con el Sur y no tanto el Este con el Oeste. Con la servidumbre obligada de aceptar el paso regular de ganado, desde las zonas calurosas, hasta las que en verano guardaban buenos pastos. Lo que además, hacía necesario generar unas industrias del cuero, carne y lana; a lo largo de aquellos caminos por donde transitaban los rebaños. Siendo imprescindible situar lavaderos y batanes, en los puntos donde las ovejas eran esquiladas; en ese camino desde las zonas de calor a las frescas praderas. Naciendo de ese modo, la industria en Béjar, o la de El Barco de Ávila; así como la de Cameros y otros tantos puntos de tránsito donde se pudieran aprovechar las finas aguas de los ríos, para lavar y cardar los vellones recién cortados. Una industria del paño y la lana, que llegó fundamentalmente con los árabes; quienes importaron la oveja “merina”. Raza del desierto, con un porcentaje de “muflón”, que le permitía resistir altas y bajas temperaturas, a la vez que subsistir sin apenas pasto. Por cuanto en tiempos de los árabes, la trashumancia debió ser tan necesaria como difícil de seguir; debido a las distintas zonas de guerra y a las múltiples marcas defensivas -divididas entre cristianos y musulmanes-.

             Sea como fuere, es inevitable admitir que las calzadas romanas tuvieron por antecedente más cercano, las vías pecuarias peninsulares de origen neolítico. Usadas ancestralmente por los ganaderos para trasladar vacas y ovejas (del Sur al Norte y viceversa). Debido a ello, el sistema más adecuado para comprender los caminos romanos y medievales, es estudiar primeramente estas Cañadas; entre las que destacan diez -que en imagen anterior podemos observar y que más abajo analizamos, ver cita (86) -:

1º Cañada Real Zamorana. Bordea la frontera con Portugal. Se inicia en las montañas de Sanabria y termina en las dehesas de Olivenza y Alburquerque, en la provincia de Badajoz.

2º Cañada Real de La Vizana o de la Plata. Recorrido total 500 kilómetros. Comienza entre Asturias y León, en el alto de Viganos y muere en Trujillo.

3º Cañada Real Leonesa Occidental. Recorre 700 kilómetros. Arranca en León y muere en Badajoz.

4º Cañada Real Leonesa Oriental. Tiene 700 kilómetros de recorrido.Comienza cerca de Riaño, cruza León y Palencia pasando por las provincias de Segovia, Ávila, Toledo, Cáceres y Badajoz.

5º Cañada Real Segoviana. Tiene 500 kilómetros de longitud. Arranca de la sierra de Neila en Burgos y termina su recorrido en Granja de Torrehermosa.

6º Cañada Real Galiana (Riojana). Nace al sur de la Rioja y recorre las provincias de Soria, Guadalajara, Madrid, Toledo y Ciudad Real.

7º Cañada Real Soriana Oriental. Con 800 kilómetros es la más larga de todas, comienza en Soria y muere en Sevilla.

8º Cañada Real Soriana Occidental. Recorre 700 kilómetros y cruza de modo diagonal el centro norte de la península saliendo de Soria y pasando por Segovia, Ávila, Salamanca, Cáceres; termina en Badajoz.

9º Cañada Real Conquense. Discurre por las provincias de Cuenca, Ciudad Real y Jaén.

10º Cañada Real del Reino de Valencia. Arranca de la sierra de Tragacete y atraviesa Cuenca terminando en Valencia.

BAJO ESTAS LÍNEAS: Mapa de la zona comprendida en el Sistema Central, con los puntos de unión. Observemos, que el paso de las Cañadas se lleva a cabo por estas zonas de tránsito natural, buscando aquellos lugares donde abunden pastos ricos en agua.

Arriba y en negro, los tres puertos de comunicación entre el Valle del Jerte, el del Tiétar y el de El Alberche:

-Al Oeste: Tornavacas, El barco, Piedrahita, Bonilla, con salida hacia Ávila Capital.

-En el centro: El Puerto del Pico, que lleva desde Arenas de San Pedro, hasta Solosancho; donde estuvo la ciudad ibérica de Ulaca Vettona.

-Al Este: Cebreros, que comunica Ávila con San Martín de Valdeiglesias.

-Con una línea morada: La unión entre Capera y Mantua Carpetana, vía a Titulcia y el Guadarrama. Camino que llevaría desde la Ruta de la Plata, aunando las urbes atlánticas de Lusitania con Cesaraugusta.


          Regresando a las Vías Pecuarias; observaremos en la imagen previa a la anterior, que las dos primeras (Cañada Real Zamorana y Cañada Real de La Vizana -rosa y amarilla-); son una variación de la Ruta de la Plata. Camino usado desde tiempos fenicios, para comunicar Astorga y Galicia, con Cádiz y Huelva. Viajando en paralelo con esa vía del Atlántico, que llevaba desde el Estrecho de Gibraltar hasta tierras de las Kassitérides (Las Cies). Pero continuando con las Vías Pecuarias hispanas, recogidas en el plano previo al anterior; vemos que la tercera (Cañada Real Leonesa Occidental -verde clara-) es también una prolongación de la Ruta de la Plata. Aunque en este caso gira, al llegar a Capera (Cáparra); tomando dirección hacia Tornavacas. Siguiendo más tarde por el Barco de Ávila, Piedrahita, Bonilla y marchando hasta Ávila (capital). Desde donde se dirige a León.

         Casi en paralelo, transcurre la cuarta Cañada (Leonesa Oriental -en rojo-); importante vía que iba desde Riaño hasta el Sur de Badajoz, cruzándose a la altura de Medellín con la contigua, denominada de Segovia aunque procede de Burgos. Es esta quinta, conocida como Cañada Segoviana, la que transcurre desde Neila hasta Granja de Torrehermosa (Badajoz); pasando por tierras de Madrid y Toledo, atravesando el río Guadarrama. Siendo esta Vereda, la que sigue en parte la Ruta XXIV de Antonino; en su tramo desde Segovia (capital) hasta alcanzar Miacum (El Escorial), para encaminarse hasta cerca de Titulcia, e ir luego por Mantua Carpetana (Villamanta), adentrándose así en La Mancha. Finalmente, tenemos las vías pecuarias que proceden de La Rioja y Soria, bajando por el Este del Sistema Central. Destacando la famosa Cañada Real Galiana (Riojana) que va hasta Ciudad Real; y la Cañada Real Soriana Oriental (que termina en Sevilla). Llegaremos así a la numerada como octava (Cañada Real Soriana Occidental) que es la más extraña, al tener un trazado diagonal y cruzarse prácticamente con todos los caminos anteriores -del 7º a1 2º-. Por cuanto considero -personalmente- que se trata de una vía pecuaria creada en tiempos de la Reconquista; marchando sobre las fronteras logradas tras la Batalla de Simancas (en el extremo del Duero). Siendo esta Vereda, la que titularía a Soria, como “Pura Cabeza de Extremadura”; en los extremos del Duero. Terminaremos este epígrafe citando finalmente las redes de trashumancia de Valencia y Aragón, junto a las pirenaicas; que no conciernen a la zona que estamos estudiando.



SOBRE ESTAS LÍNEAS: Mapa detallado, con los pasos entre La Meseta castellana y sus comunicaciones al Sur. Por colores:

-Morado: Unión de Titulcia (Arroyomolinos) y Mantua Carpetana (Villamanta) con Capera a través del Valle del Tiétar.

-Amarillo: Ruta 24 de Antonino; Segovia, Miacum, Titulcia, Toledo.

-Azul: Paso por el Puerto de la Cruz, uniendo Ávila con Toledo, a través de Mantua Carpetana.

-Verde: Paso por Cebreros, frontera de Carpetania en el Alberche; llega hasta San Martín de Valdeiglesias,

-Rojo: Paso por el Puerto del Pico, hasta Ulaca y Ávila.

-Negro: Paso por Capera, Tornavacas, hasta Ávila.

-Rosa: Ruta de la Plata



SOBRE Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Arriba, la llegada a Ávila capital, cruzando por el puerto de Cebreros; alcanzando el alto de Nuestra Señora de Sonsoles. Abajo, parque del castillo de El Barco de Ávila, con los montes de Gredos al fondo.





JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, puente sobre el río Tormes en El Barco de Ávila. Abajo, su castillo y las cumbres cercanas al Almanzor.







JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, el río Tormes en El Barco de Ávila; detrás vemos las montañas de Béjar y el valle de Tornavacas. Abajo, Bonilla de la Sierra y sus campos; a lo lejos, el lado Norte del Almanzor y Gredos.








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes más de Bonilla de la Sierra, con los montes de Ávila en su fondo. En esta interesante población, que fue refugio y privilegio de los obispos avulenses y de Plasencia; se ubica una ciudad ibérica, similar a Ulaca, con un santuario de adoración de tipo vettón.







JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
dos imágenes de tierras cercanas a Ulaca. Al lado, subida al yacimiento vettón de esa ciudad perdida, junto a Villaviciosa-Solosancho. Abajo, los montes del Valle de Amblés, que separan Mombeltrán de Solosancho.








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de Ulaca vettona, tomadas hace unos decenios. Al lado, mi mujer junto al verraco que antaño se exhibía en la plaza de Villaviciosa. Abajo, en el yacimiento vettón, sobre el santuario.







BAJO ESTAS LÍNEAS: Mapa de la calzada de Las Dos Talaveras. Lo que se ha llamado Camino Real entre Extremadura y Madrid; pero que fue la unión entre Titulcia y Norba (Cáceres en La Ruta de la Plata; XXIV de Antonino).



C-3) La calzada de las dos Talaveras (el camino a Turgalium y Norba):

          Mucho se habla acerca de caminos reales, cuando se quiere tratar sobre las vías de tránsito entre diferentes puntos peninsulares. Aunque en numerosas ocasiones no se tiene en cuenta que aquellos “caminos reales” fueron variando a lo largo de todas las épocas. Conforme cambiaban los reyes y las ciudades principales, en las que monarcas y nobles habitaban. Siendo el caso más flagrante el de Madrid; una urbe prácticamente inexistente hasta el siglo XVI, cuando Felipe II decide darle el título de “capital provisional del reino”. Tal fue su “provisionalidad” que aun sigue siendo “villa” y no ciudad; por lo que quizás Felipe III decidió poco después cambiar la corte, para llevarla durante un tiempo hasta Valladolid. Donde fue trasladada durante unos años, para volver a Madrid, al demostrarse que ese viaje de la “Corte”, se hizo principalmente para que el duque de Lerma se enriqueciera (vendiendo terrenos próximos a la localidad pinciana, comprados años antes). Dicho esto y tras recordar que hasta “bien entrada” la dinastía Austria, la Corte fue itinerante. Comprenderemos que los “caminos reales” mucho cambiaban, según el lugar que los monarcas frecuentasen y conforme se movieran sus majestades (junto a los nobles que les seguían).

         Por cuanto hemos expuesto, tras ser declarada la capital actual de España, como Villa y Corte; se conformaron algunos caminos generales. Considerándose Vía Real hacia Extremadura, aquella que salía de Madrid tomando dirección hacia el río Guadarrama, pasando por Alcorcón y las cercanías de Villaviciosa. Una ruta de la que hoy sabemos tenía al menos dos trayectos en su etapa de inicio, considerándose su punto de división las proximidades de Navalcarnero. Así lo veremos expuesto en las “Notas” de Ventura Rodríguez sobre el Camino Real de Extremadura (87) ; donde el arquitecto informa el 27 de agosto de 1777, de las alternativas de viaje. Escribiendo que en Arroyomolinos, se hacen dos veredas; una que va hacia Navalcarnero, Méntrida, Valmojado, Santa Cruz de Retamar, Maqueda y Santa Olalla. Mientras otra toma dirección a El Álamo, Casarrubios, Fuensalida y Portillo, Noves, Torrijos y Santa Olalla. Siendo la primera casi paralela a la actual A-5; mientras la segunda alternativa, recorría una zona interior, protegida por los castillos y torres del área. Marchando siguiendo las fortificaciones de Arroyomolinos, Casarrubios, Caudilla, San Silvestre y Torrijos; lo que nos habla de una segunda vía nacida en plena Reconquista, cuando había que protegerse de las razzias entre cristianos y musulmanes. Aunque ambas rutas que venían en paralelo y desde Madrid, se aunaban en Maqueda y Santa Olalla. Donde se cruzarían con la que antaño se llamó vía de Toledo a Ávila; que partía desde la capital manchega, para alcanzar unos 40 kilómetros más tarde el referido castillo de Maqueda. Siguiendo luego hacia el Norte, subiendo Escalona y Almorox; continuando a San Martín de Valdeiglesias y Cebreros, llegando finalmente a Ávila.

         En lo que se refiere al mencionado Camino Real de Madrid a Extremadura, sabemos que una de sus principales paradas era Santa Olalla; pueblo de origen carpetano, famoso ya en tiempos ibéricos como “Mansión” de calzada. Que sería romanizado y utilizado igualmente como posada para los viajeros que transitaban desde Zaragoza y Calatayud, siguiendo por Alcalá y Titulcia, para ir hacia Trujillo y Cáceres (Turgalium). Habiendo de ser Santa Olalla la parada intermedia entre Titulcia y Talavera de la Reina (Caesarobriga, antes Aipura); distando casi lo mismo entre ambas urbes. Al situarse a unos 45 kilómetros de Talavera y otros tantos de Arroyomolinos (aproximadamente 30 millas romanas, lo que suponía una jornada andando, media en carro y un cuarto al galope). De tal modo, aquel camino llamado “Real”, desde que la capital estuvo en Madrid; pero que antes hubo de ser el de Titulcia y Mantua Carpetana, hacia La Ruta de la Plata. Seguiría desde Talavera hasta llegar a Oropesa -sita a otros 25 kilómetros-; para alcanzar en una distancia muy parecida, las proximidades de Talavera la Vieja (donde la mayoría sitúa Augustóbriga). Subiendo luego por Deleitosa o por Miravete, tras recorrer unos 25 kilómetros en cada tramo; llegando así a Turgalium; para finalmente arribar a Cáceres (a unos 45 kilómetros de Trujillo). Uniendo de este modo Cesaraugusta (Zaragoza) con la Ruta de la Plata; a través de Complutum (Alcalá), Titulcia (Arroyomolinos) y las dos Talaveras.

         Todo ello, dejaría a Titulcia y a Mantua Carpetana a las siguientes distancias de las paradas antes referidas: Partiendo que desde Titulcia (Arroyomolinos, El Álamo) y Villamanta (Mantua Carpetana) a Casarrubios hay 10 kilómetros: 1/4 jornada a pie, 1/8 jornada en carro y 1/16 al galope.

-De Casarrubios hasta Santa Olalla: 45 kilómetros (30 millas romanas) 1 jornada andando, ½ en carro y ¼ al galope. Hasta Titulcia y Mantua: 1,25 jornadas a pie, 7/8 jornadas en carro y 5/8 al galope.

-De Santa Olalla a Talavera de la Reina: 45 kilómetros (30 millas romanas) 1 jornada andando, ½ a pie y ¼ al galope. Hasta Titulcia y Mantua: 2,25 jornadas a pie, 1,75 jornadas en carro y 1 al galope.

-De Talavera a Oropesa: 35 kilómetros 20 millas romanas. ¾ jornada andando; ¼ de jornada en carro y 1/8 de jornada al galope. Hasta Titulcia y Mantua: 3 jornadas a pie, 2 jornadas en carro y 1,25 al galope.

-De Oropesa a Talavera la Vieja: 40 kilómetros: 1 jornada andando, ½ a pie y ¼ al galope. Hasta Titulcia y Mantua: 4 jornadas a pie, 2,5 jornadas en carro y 1,75 al galope.

-De Talavera la Vieja a Deleitosa: 35 kilómetros (subida): 1 jornada andando, ½ a pie y ¼ al galope. Hasta Titulcia y Mantua: 5 jornadas a pie, 3 jornadas en carro y 2 al galope.

-De Deleitosa a Trujillo: 40 kilómetros. 1 jornada andando, ½ a pie y ¼ al galope. Hasta Titulcia y Mantua: 6 jornadas a pie, 3,5 jornadas en carro y 2,25 al galope.

-De Trujillo a Cáceres: 45 kilómetros. 1 jornada andando, ½ a pie y ¼ al galope. Hasta Titulcia y Mantua: 7 jornadas a pie, 4 jornadas en carro y 2,5 al galope.





SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Tres paradas de la primera fase de esta Ruta desde Titulcia-Mantua, hasta Turgalium-Norba. Arriba, Casarrubios y su castillo, en fotografía hace más de treinta años. Al lado, Arroyomolinos, foto reciente de su torre. Abajo, Villamanta (Mantua Carpetana) y su pozo romano.









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de la entrada a la iglesia de Maqueda, donde podemos ver unos claros restos romanos (probablemente pertenecientes a un teatro o templo). Como hemos dicho, esta población era el cruce de la vía que unía Toledo con Ávila; el Toletum carpetano, con la Abula vettona (subiendo por Escalona y Cebreros).







JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes mías cerca de verracos. Al lado, hace unos cuarenta años, junto a uno de los toritos de Guisando en San Martín de Valdeiglesias; a medio camino, entre Maqueda y Ávila. Abajo, actualmente, en Torralba de Oropesa.






JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
dos imágenes de Oropesa, a medio camino entre las dos Talaveras, marca un paso de calzada; en el punto llamado precisamente Calzada de Oropesa. Vía que transitaba desde el Tiétar hasta el Puerto de San Vicente, pasando por las cercanías de Valdeverdeja y Puente del Arzobispo (por donde se cruzaría el Tajo). Asimismo, Oropesa se halla justo frente al pico Almanzor de Gredos, bajo cuya cima está el famoso Castro vettón de El Raso (perteneciente a Candeleda).



JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
dos fotos del lugar donde se situaba Talavera la Vieja, identificada por muchos con Augustobriga. Más tarde expondremos los motivos que nos llevaron a localizar Augustobriga en las cercanías de Guadalupe o bien en Vascos, localizando en este embalse de Valdecañas la Eibora vettona.







JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos dibujos míos. Al lado, Cáceres (Norba). Abajo, Trujillo (Turgallium).









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Dos fotos de Alconétar, hace más de treinta años. Situado al norte de la ciudad de Cáceres (en la ruta de la Plata o Vía XXIV); los restos de este precioso puente romano, al parecer fueron trasladados después de su paulatino derrumbe.
Aunque hay teorías que narran como el cauce del Tajo varió tras el Terremoto de Lisboa; quedando en desuso este paso. Se cree que tan solo fue la destrucción del puente, lo que hizo que se dejase de utilizar y cayese, quedando fuera de las rutas de cruce.




C-4) El problema de las dos Talaveras y Augustóbriga (Caesaróbriga, Elbora y Aibora):

         En nuestro anterior capítulo llegábamos a la conclusión de que Augustóbriga no podía localizarse definitivamente en Talavera la Vieja; hoy cubierta por el Embalse de Valdecañas y en las proximidades de Bohonal de Ibor. Zona ibérica cuyo nombre muestra el modo en que fue una de las cunas de nuestra Península; al llamarse tierra de Ibores (iberos). Lugar donde sabemos hubo numerosas poblaciones con el nombre de: “Aibora”, “Epora”, “Eibora”, “Elbura”, “Elbora”, “Lebura” y etc; todas ellas así denominadas por ser un área ibérica, que llegaba hasta la Évora portuguesa. Debido a lo expuesto en esta Segunda Parte, deducíamos que -a mi juicio- no estaba la antigua Agustóbriga bajo las aguas del Tajo (en Valdecañas). Por lo que habríamos de replantearnos qué ciudad vettona, originó la que hoy conocemos como Talavera la Vieja. En gran parte homónima, de su cercana Talavera de la Reina; sobre la que ciertamente sabemos, fue inicialmente llamada “Aipura” o “Aibora” (Eibora). Siendo refundada en el siglo II por los romanos como Caesarobriga (civitas estipendiaria de los lusos). Urbe, que en tiempos de los visigodos pasó a convertirse en el obispado y ciudad de Elbura (Aquense Elburense); tras independizarse de la Ebora lusa. Localidad que los árabes luego conquistaron, para denominarla “Talabayra” o “Talabirya”, quizás al deformar su nombre como Calatl-Elbura (Castillo de Elbura) o bien Tala-Elbora (Alto de Elbura). Terminando por convertirse en Talavera de la Reina cuando en 1328 Alfonso XI la entregó a su esposa, María de Portugal, como regalo matrimonial.

           Pese a ello, existe una duda acerca del sobrenombre de Talavera que lucen ambas urbes; del que los expertos consideran, se debió a la denominación árabe de la ciudad. Una teoría que no podemos admitir, considerando que el origen de esta voz fue ibérico; y por ello, el mismo que guardaba la famosa Talabriga (o Talabrica) prerromana. Ciudad lusitana sita junto al actual Aveiro, en las proximidades del río Vouga; cuasi homónima de muchas otras que proliferaron por la Península ibérica. Como fueron estas dos (de la Reina y la Vieja), junto a otras como Talavera la Nueva o Talavera la Real. Siendo una teoría científicamente admitida que esta voz Talabriga (y por lo tanto Talavera), es ibérica; nacida de los términos prerromanos: “tala” o “dala” -cuyo sentido ignoramos- (88) al que se añadió el sufijo “briga”, cuyo significado sabemos con certeza que es “burgo” (urbe). De tal manera, también conocemos que en las proximidades de las actuales Talavera de la Reina y La Vieja, existió una ciudad llamada Talabrica; hoy desaparecida. Lo que deja la posibilidad de que aquella Talábriga perdida en las cercanías del Tajo; fuera la que hoy se sitúa bajo el embalse de Valdecañas, a la que llaman Talaverilla. Urbe hundida que comúnmente se identifica con Augustóbriga, localización que personalmente desestimamos, en base a lo que a continuación expondremos.




SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
de nuevo, tres imágenes de los restos romanos de Talaverilla, junto al embalse de Valdecañas (ruinas de un foro de la antigua ciudad romana, conocidos comúnmente como “los mármoles y la cilla”). Arriba y al lado, templo del foro llamado Los Mármoles. Abajo, columnas de La Cilla salvadas de las aguas del pantano, que vemos al fondo.









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
al lado, fotografías antiguas, expuestas junto al embalse que guarda la ciudad hundida; donde podemos ver las columnas en su estado inicial (antes de que fueran desmontadas y sacadas del valle, hoy inundado). Abajo, grabado de Berthaule, sobre un dibujo de Dutaylli; donde se aprecia como se conservaba el templo de Talavera la Vieja, en el siglo XVII.



          Decíamos en nuestro capítulo anterior, que el descubrimiento de una inscripción, fue la certificación de que Augustóbriga se situaba en aquellas ruinas hundidas bajo las aguas de Valdecañas. Texto epigráfico labrado sobre una lápida marmórea y no un sillar (como se dice comúnmente), hallado en las murallas de la ciudad romana, que se mantenían en pie hasta la creación del embalse, a comienzos de los años sesenta. Pueblo hundido bajo el pantano, llamado Talavera la Vieja; por considerarse una urbe más antigua que la dedicada a la reina (esposa de Alfonso XI). Localidad también denominada Talaverilla, que fue identificada con Augustóbriga, tras la aparición de una inscripción donde se refería a esta ciudad romana. Pese a que la losa grabada no se encontró en una necrópolis, ni en su emplazamiento natural; sino adosada a la muralla (lo que nos habla de una reutilización). Asimismo la localización de Augustobriga en Talavera la Vieja, se hizo teóricamente en base al Itinerario de Antonino. Cuya Ruta XXV, dicta como en el camino entre Mérida y Toledo había una gran civitas dedicada a Augusto; descrita como segunda parada. Situándola ese Itinerario a 55 millas romanas de Toletum (unos 85 kilómetros) y a 56 millas de Emérita Augusta (una distancia casi igual). Todo lo que resulta imposible e implica un error en la guía de Antonino; ya que al menos hay 187 millas romanas entre Mérida y Toledo (unos 290 kilómetros) viajando por el camino más corto -a través de Guadalupe y Alcaudete de la Jara-. Aunque si nos trasladamos desde una capital a otra, parando en Talavera la Vieja; tal como consideran quienes identifican Augustóbriga en Talaverilla. Habría el doble de distancia y el error del Itinerario sería dos veces mayor. Por todo lo expuesto, en nuestra entrada anterior afirmábamos que:

           “al recorrido descrito en el Itinerario de Antonino, en la Ruta XXV; al menos le faltan 50 millas romanas (unos 77 kilómetros) para poder completar la verdadera distancia entre Mérida y Toledo. Ello, en el caso de que fuésemos por Guadalupe; pues viajando a través de las dos Talaveras, habría una diferencia de 100 millas (un total de 211 kmts.). Un hecho que me lleva a pensar que el Itinerario guarda aquí un error; que pudiera ser de 50, o bien de 100 millas (al contener ese fallo en el viaje desde Emérita a Toletum). Llegándose asimismo a la conclusión, de que el inicio del camino desde Mérida, parece estar perfectamente descrito; al menos hasta arribar a la milla 56, donde sitúa Augustóbriga. Por lo que hemos de observar que es la segunda parte del trayecto -desde Augustóbriga a Toledo-, donde faltan unas 50, o bien 100 millas (…) En el caso de que ese error fuese de cincuenta millas romanas (55+50 M.R.); el total se acercaría a unos 163 kilómetros, casi exactamente lo que separa a Guadalupe de Toledo (viajando por San Vicente). Es decir, en este supuesto, la Ruta XXV estaría perfectamente descrita (en paradas y millas); con el único fallo de haber anotado entre Toledo y Guadalupe LV M.R. (55 millas romanas); en vez de CV M.R. (105 millas romanas). Mientras si el error cometido en este tramo fuera de 100 millas; significaría que entre Toledo y Augustóbriga habría unos 240 kilómetros (55+100 M.R.). Lo que nos obligaría a pensar en un viaje a través de las dos Talaveras (siguiendo la actual N-5); pero dejaría de nuevo Augustóbriga en las cercanías de Guadalupe. Debido a que la distancia entre Toledo y Talavera la Vieja, son unos 140 Kmts. (aproximadamente 90 M.R.). Por lo que si en este segundo caso, suponemos un añadido de 100 millas -a las 55 descritas en el Itinerario-; Augustóbriga estaría 65 más allá de Talaverilla y camino hacia Mérida. De este modo, esa urbe de Augusto se situaría a 155 millas romanas de Toledo; volviendo a tener que ubicarse en las inmediaciones de Guadalupe (en Trujillo o bien en Santa Cruz de la Sierra)”.

              Por cuanto vemos, las distancias entre Agustóbriga y Toledo o entre esta ciudad perdida y Mérida, solo cuadran en el supuesto de que la ciudad de Augusto estuviera en la zona de Berzocana-Guadalupe. Siendo otra hipótesis a tener en cuenta, la que presentó A. Blázquez a comienzos del siglo XX (89) ; quien situaba Augustóbriga en Navalmoralejo -junto a Azután y el Puente del Arzobispo- en las ruinas de la ciudad de Vascos. Aunque esta identificación que se ajustaría a las 55 millas romanas descritas en el itinerario entre Toledo y Augustóbriga; tiene un segundo problema, debido a que esa población (hoy en ruinas) es una fundación omeya y se considera que no hay casi constancia de presencia romana en ella. Además presenta de nuevo un error de distancias, pues siendo cierto que desde Vascos (o Bascos) hay unas 55 millas romanas hasta Toledo; quedaría por explicar las 56 millas restantes hasta Mérida -desde esta posible Augustobriga-. Todo lo que de nuevo nos deja huérfanos ante la identificación de esta ciudad perdida, que personalmente ubico en Guadalupe-Berzocana; pues este punto se sitúa a una distancia cercana a las 56 millas de Mérida -descritas en el Itinerario de Antonino-. Pudiendo probarse las paradas que la Ruta XXV marca (en Miajadas y Logrosán); bastando con la hipótesis de un error en la inscripción, que confundió LV por CV millas. Todo lo que situaría Augustóbriga a 105 millas romanas de Toledo, que es la distancia existente entre Guadalupe y la capital manchega. Partiendo de esta hipótesis, me atrevo a presentar una idea personal, que contemple una nueva etimología de Guadalupe. Voz que se considera procedente del árabe, con el significado de “río escondido” (Guadal-Luub); aunque hay quienes creen que es una síncresis “latinoarabe” y su sentido fue “río de los lobos” (Guadal-Lupus). Por lo que, a mi juicio, puede también considerarse que el origen de la palabra estuvo en: “Río de Augustobriga” (Guadal-August). Cristalizando finalmente esa crasis de “Guadalaugust” en la forma de “Guadalupe”.




SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Talaverilla. Arriba y abajo, su templo rescatado de las aguas, llamado “los mármoles”. Observemos al fondo de la primera imagen, las montañas de Gredos (que bajan desde Ávila hasta La Vera). Al lado, fotos del pueblo antes de que fuera cubierto por las aguas.




JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Talavera de la Reina. Al lado, sus tapas de alcantarillas, con dos toritos como emblema de la ciudad, mostrando su origen vettón. Abajo, el puente Viejo, también llamado Puente Romano. Se alza sobre el río Tajo en una zona de islotes y presas, tras haberse unido con el Alberche; un afluente que hoy termina en el embalse de Cazalegas (a la entrada de Talavera). Ambos ríos marcaban la frontera entre iberos carpetanos y vettones lusitanos; limitando por el norte, el Alberche, las zonas de separación entre una y otra tribu; a la vez que el Tajo lo hacía por el Sur, hasta la altura de La Puebla de Montalbán y El Carpio (desde donde ya se extendía la Carpetania).




          Por todo lo descrito vamos a analizar nuevamente los hechos que han llevado a identificar Talavera la Vieja con Augustóbriga; evidencias fundadas principalmente en una lápida escrita hallada entre los muros del yacimiento romano, hoy hundido. Sobre la que nos dice C. J. Morán Sánchez:En 1887 es encontrada, junto a uno de los tramos de muralla que se conservaban en Talavera la Vieja, una inscripción dedicada al Senatus populusque augustobrigense. Fidel Fita informa sobre las circunstancias de este hallazgo casual (Fita, 1887) que confirma de manera fehaciente que las ruinas de Talavera la Vieja no son otras que las de Augustobriga, algo ya sospechado por Hübner (Hübner, 1869) y que cierra el debate suscitado sobre el nombre. Esta inscripción aporta, además, valiosos datos sobre el carácter administrativo de la ciudad, tales como la existencia del senado, el hospitium o el uso de trianomina, que hablarían de que la ciudad probablemente alcanzó el estatus de municipium en época flavia (90) .

          En un principio, con la frase antes recogida de Carlos Jesús Morán, quedaría confirmada la localización de Augustóbriga, en Talavera la Vieja; aunque el problema vuelve a surgir ante las dudas que plantea el lugar en que fue encontrado este epigrama. Una sospecha sobre su procedencia, al haber sido hallada adosada en la muralla de Talaverilla; “extrañeza” que plantean numerosos autores, entre ellos: M. Fernández Miranda, Julio Mangas, J. Pereira y Plácido Suárez. Quienes en su obraALIO ITINERE AB EMERITA CAESARAUGUSTA La vía romana entre Talavera de la Reina y Toledo...”; exponen como hay enormes “lagunas” acerca de la procedencia y sobre la referida losa inscrita (91) . Ante esta situación, es necesario analizar lo que nos dice sobre esa lápida de mármol y emplazamiento donde fue hallada, quien primero la fotografió. Que fue D. Antonio García y Bellido, cuyos estudios sobre Talavera la Vieja también recoge C. J. Morán Sánchez, en su opúsculo: “LA DOCUMENTACIÓN INÉDITA DE LAS EXCAVACIONES DE A. GARCÍA Y BELLIDO EN AUGUSTOBRIGA (TALAVERA LA VIEJA, CÁCERES) (92) . Donde el autor refiere como antes de que se terminase de construir la presa de Valdecañas, el profesor García y Bellido, realizó en Talaverilla las últimas excavaciones. Pero Morán Sánchez, previamente a describir las investigaciones que llevó a cabo García y Bellido sobre las tierras que estaban esperando a ser inundadas. Nos vuelve a hablar acerca de la historia de Talavera la Vieja, reincidiendo que la placa inscrita se encontró por casualidad en aquel lugar (92a) . Losa cuya lectura es: C(aius).Iulius.C(ai).f(ilius).Gl[aber] / Senatui.Popu[loque] / Augustobri[gensi] / hospes [d(onum) / dat. Manifestando el autor que Fidel Fita Colomé, en 1887 describe el referido hallazgo, en su artículo: "Noticias" del Boletín de la Real Academia de la Historia (11: 357-362).

           Tras lo que hemos recogido este XI Boletín de la Real Academia de la Historia de 1887 que facilita en la Red, la Biblioteca Miguel de Cervantes. Abriendo sus hojas 357 a 362, donde se contiene la descripción de la aparición y la transcripción de esa lápida; todo lo que podemos leer por entero en nuestra cita (93) . Donde Don Fidel Fita, describe los pormenores del hallazgo del siguiente modo:

         “Talavera la vieja se llamó Augustobriga. Esto había sospechado ya, con aquel acierto y mesura que le distinguen, el egregio Hübner; y esto es lo que nos acaba de hacer patente una inscripción marmórea del primer siglo, que ha descubierto D. Eduardo Carmena Valdés, juez de primera instancia del partido de Navalmoral de la Mata. Recorriendo las inmediaciones de Talavera la Vieja, por la parte de la muralla que mira al Tajo, vió asomar, casi á flor del suelo, los caracteres augusteos de una laja de mármol blanco desgraciadamente mutilada por el lado derecho. Mide 40 centímetros su altura; y su mayor anchura otro tanto. Los puntos son de figura triangular:

           El haber sido hollada largo tiempo ha producido la desaparición de la vocal en el nombre de la tribu, y la del trazo vertical de la T en la línea última.

Leo y suplo:

C(aius) Iulius C(ai) f(ilius) Gal(eria) [Tiro?] Senatui popu[loque] Augustobr[igens](ium) hospes d[omo...?] dat.

Al Senado y pueblo de Augustobriga lo da su huésped, Cayo Julio Tirón, hijo de Cayo, de la tribu Galeria (domiciliado en...?)

         La fórmula Senatus populusque Augustobrigensium no nos debe parecer extraña, tratándose de monumentos como este solemnes, donde las ciudades ostentaban por precisión todo su poder público para conferir hospitalidad á sujetos de alta distinción, ó adherirse á su clientela y patronazgo, como es de ver en varias inscripciones de Pamplona (2960), Bocchorum (3675), Lacilbula (1343) é Ipsca (1569). Sospecho que el personaje, que dejó de sí tan notable memoria en Talavera la Vieja, fué por ventura el mismo Cayo Julio Tirón Getúlico de la tribu Galería, hijo de Cayo, que en Ibiza (3661), al pie de su estatua, se decía cuestor de Roma, tribuno de la plebe y pretor

          A continuación, el mismo Fidel Fita pasa a relatar otro hallazgo acaecido durante el mismo tiempo en la zona, que también contiene una leyenda relativa a Augustobriga; escribiendo:

        “Muy distinta de la indicación perentoria, que nos ha ofrecido este importante epígrafe, es aquella sobre la que estribó el autor del Diccionario Geográfico-Histórico de la España antigua para querer demostrar que la lusitana Augustobriga, mencionada por Ptolomeo en la región de los Vettones, se reduce á Villar del Pedroso ó de Poderoso Augusto

FLAVIA RVFINA
AVGVSTOBRIG ·
ANN · XXIIII
H · S · E · S · T · T · L.

         Compréndese en efecto que si la difunta Flavia Rufina no hubiera sido forastera al sitio que hoy ocupa Villar del Pedroso, estaría de más, ú holgaría la declaración de su patria.

        A la reducción que hago de Augustobriga á Talavera la Vieja, en razón de la lápida que se acaba de descubrir, parece que se opone, y no lo he de disimular, el itinerario de Antonino que pone esta población distante 46 millas, ó bien 36 según otros códices, de Lacipea y 55 de Toledo.” -cita (93) páginas 357 a 360 del Boletín de la Real Academia de Historia-.








SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Arriba, dibujo mío de la losa de mármol blanco descubierta en Talavera la Vieja durante el año de 1887 (tal como describe Fidel Fita). Debido al hallazgo, identificaron definitivamente estas ruinas romanas con la perdida civitas de Augustobriga. Aunque el propio Fidel Fita, al relatar la aparición de la lápida, advierte de que esa nueva localización, implica oponerse a lo que dicta el Itinerario de Antonino; que marca 55 millas romanas desde la ciudad de Augusto a Toledo. Al lado, portada de la obra: HISTORIA CRÍTICA DE ESPAÑA, de Juan Francisco Masdeu (Libro VI); editada en Madrid el año 1789 y traducida al español. Abajo, página 326 de este tomo, donde podemos leer el hallazgo en Villar del Pedroso de la losa inscrita con las palabras que el autor recoge y traduce como:

FLAVIA RVFINA // FLAVIA RUFINA
AVGVSTOBRIG · //
NATURAL DE AUGUSTOBRIGA
ANN · XXIIII //
A LA EDAD DE 24 AÑOS
H · S · E · S · T · T · L. //
AQUÍ ESTÁ ENTERRADA, QUE LA TIERRA TE SEA LEVE

PAR HONORINA // PARIA HONORINA

ET. C. RVSTENVS. DETIANVS // Y CAYO RUSTENO DECIANO

FILIAE FECE // HICIERON ESTE SEPULCRO A SU HIJA

Explica este interesante libro de Masdeu, que la lápida fue encontrada en Augustobriga (de los carpetanos, tal como definía Ptolomeo esa ciudad); casi exactamente a 55 millas romanas de Toledo, en la localidad de Villa del Pedroso. Añadiendo que hubo otras dos Augustobrigas en Iberia; la primera, de los vettones, sita en Ciudad Rodrigo y una tercera que pertenecía a los Pelendones, en la provincia de Soria (El Muro). A la interesante reseña y comentarios de esta obra publicada en España en 1789; hemos de aseverar que son ciertas las localizaciones de la Augustóbriga identificada con la ibera Mirobriga (en Ciudad Rodrigo), tanto como la que ubica en Muro de Ágreda (la Arekoratas prerromana).



C-5) La hipótesis de Augustóbriga en Vascos (Villar de Pedroso-Navalmoralejo):

          Muy importante es destacar que la Augustóbriga, cercana a Carpetania; fue desde el siglo XVIII identificada con Villar del Pedroso. Hasta el punto de considerar que la etimología de ese pueblo se razonaba como “Villa del poderoso” Augusto. Asimismo, hemos de tener muy en cuenta como la teoría histórica que situaba esa urbe perdida en la localidad donde se había encontrado la tumba de Flavia Rufina; fue desestimada tan solo por otro hallazgo similar: El de la losa de Talaverilla inscrita, en 1887. Momento en que Fidel Fita aduce que en la lápida de Villar del Pedroso aparece la palabra “agustobrigense” (natural de Augustóbriga). Lo que demostraría que aquella mujer llamada Flavia Rufina era “ajena” al lugar donde la enterraron; por lo que incluyeron en su epílogo la población de origen. Tras ello, deduce finalmente Fidel Fita, que la inscripción encontrada, adosada a la muralla de Talavera la Vieja, pertenece y marca la ciudad donde apareció. Afirmando por todo lo referido, que Villar del Pedroso no puede ser considerada ya Augustobriga; cambiando la localización definitiva de esta urbe por la que hoy está bajo las aguas del embalse de Valdecañas.

           Tras lo que hemos leído, podemos concluir algunas ideas acerca de esa nueva identificación de Augustóbriga. Resultando muy extraña la aseveración del sabio Fidel Fita; al considerar que la aparición de una urbe natal en la lápida de un inhumado, es signo de que el allí mencionado fue un forastero en el lugar del entierro. Por lo que dictamina el arqueólogo que los padres de FLAVIA RVFINA AVGVSTOBRIG (Flavia Rufina - Natural de Augustóbriga) signaron así su tumba, debido a que la hija nació en esa localidad, lejana a Villar del Pedroso. Aunque Fidel Fita no repara en un hecho cierto sobre el hallazgo de la otra losa inscrita, adosada en las murallas de la hundida Talavera la Vieja. Siendo evidente que este resto no se encontraba en su lugar inicial; habiendo sido trasladada desde su ubicación natural, para añadirla al muro, en un momento histórico y cuando necesitaron reforzar la estructura. Tras ser originalmente tallada e inscrita, para un particular; que la conservaría en una casa, templo o una necrópolis romana -sita en Talaverilla o en otro lugar de la zona-. Por cuanto, únicamente, podemos dictaminar sobre la referida losa, que finalmente sería adherida sobre las murallas; pudiendo proceder de la población donde se halló, o de otra. Pues una losa de este tamaño (40x40 ctms) es muy fácil de trasladar. Siendo evidente que al estar dedicada a un particular y engarzada en los muros de una urbe; no se hizo para aquellas paredes donde fue hallada. Por lo que es imposible determinar si esta pieza aparecida en Talaverilla y con la inscripción:C(aius) Iulius C(ai) f(ilius) Gal(eria) [Tiro?] Senatui popu[loque] Augustobr[igens](ium) hospes d[omo...?] dat.”. Perteneció inicialmente a la ciudad donde fue encontrada o bien a una necrópolis, domus o cívitas; más o menos cercana. Siendo absolutamente irrefutable, que la otra lápida encontrada en Villar del Pedroso y dedicada a Flavia Rufina; fue hecha y usada en el área que apareció (quizás, en la necrópolis romana de la antigua ciudad de Vascos). Resultando una hipótesis poco convincente la que expresa Fidel Fita; al afirmar que sobre esa tumba añadieran “augustobrigense”, debido a que la inhumada allí, era forastera y ajena a la localidad de entierro. Por cuanto deduce el sabio, que Augustóbriga no estaba en las proximidades de Villar del Pedroso.

         Expresadas las ideas anteriores, si determinamos tan solo en base al hallazgo de la losa encontrada en las murallas de Talavera la Vieja, la localización de Augustóbriga. Con mayor razón, habría que identificarse la misma ciudad perdida, con la población donde se halló la famosa losa de Flavia Rufina “augustobrigense”. Un hecho histórico, que hizo situar desde el siglo XVII esa urbe dedicada a Augusto, en las proximidades de Villar del Pedroso. Todo lo que en opinión de Morán Sánchez se trata de un gran equívoco, tal como podemos leer en sus palabras siguientes: la asimilación de Augustobriga con Villar del Pedroso, puede deberse a los restos romanos encontrados en este lugar, que sin duda son tanto cualitativa como cuantitativamente menos importantes que los de Talavera la Vieja. Esta errónea identificación Augustobriga/Villar del Pedroso se va a mantener inalterable durante los siglos posteriores e impedirá en gran medida el correcto redescubrimiento de Augustobriga como la ciudad que subyace bajo Talavera la Vieja(94a) . Añadiendo el mismo autor, como también sitúa Cean Bermúdez, de forma equivocada, la Augustobriga vettona en Villar del Pedroso. Para ello se basa en las erróneas graduaciones de las fuentes literarias antiguas y en una lápida funeraria romana encontrada en Villar del Pedroso en la que se hace constar la condición de augustobrigense de la difunta. Identifica Talavera la Vieja con la Ebura carpetana, haciendo mención a los trabajos de Hermosilla y Córnide, en los que se basa para hacer tal afirmación”(94b) . Un supuesto fallo de localización que igualmente cometieron Pascual Madoz y Paredes Guillén -según este autor- (94c) .

           Escribiendo a continuación Morán Sánchez:El cenit del resurgimiento de Augustobriga vendrá de la mano de la epigrafía. En el año 1887 se produce un hallazgo casual en la muralla de Talavera la Vieja. Se trata de una inscripción marmórea dedicada al senado y al pueblo augustobrigense. Esta inscripción sería fotografiada años después por el profesor Antonio García y Bellido, disipando cualquier duda de su autenticidad. Con ella se resuelve de una vez por todas el problema del origen de las ruinas de Talavera la Vieja: es la Augustobriga romana. El que se hallase la inscripción en la misma muralla de la ciudad y dedicada al pueblo y al senado augustobrigense echa por tierra las erróneas teorías acerca de su identificación con Ebora o cualquier otra población. Como señala el profesor José Salas, la identificación que hacen algunos autores de Augustobriga con Villar del Pedroso en base a una inscripción funeraria es totalmente errónea.(94d)




SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Arriba, valle de Guadalupe, donde considero personalmente que pudo estar Augustobriga; aunque no hay que descartar la idea de que se hallase en Navalmoralejo, bajo la antigua ciudad de Vascos. A 55 millas romanas de Toledo, tal como dicta el Itinerario de Antonino. Al lado, paso del Tajo por el famoso Puente del Arzobispo; a pocos kilómetros de Navalmoralejo y Villar del Pedroso. Se trata de la antigua vía que unía La Vera con La Jara; descendiendo desde Candeleda, para llegar a Oropesa (Calzada de Oropesa) y alcanzar La Puente del Arzobispo. Dirigiéndose luego hacia Villar del Pedroso, Navalmoralejo y Alcaudete de La Jara; donde después se podía pasar a Guadalupe, atravesando el Puente de San Vicente (que separan los montes de Toledo de Extremadura). Abajo, foto del Puente de San Vicente, tomada desde Valdeverdeja (junto a Calzada de Oropesa).





JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de Valdeverdeja y su bella plaza porticada; en el paso entre Puente de San Vicente y Calzada de Oropesa. A medio camino entre Guadalupe y el pico Almanzor (en Gredos).







          Pese a lo expuesto, hemos de añadir que Villar del Pedroso es una población cercana a La Puente del Arzobispo y a Estrella (junto al río Tajo). Pero sobre todo, hay que destacar su proximidad a Navalmoralejo; donde se hallan las ruinas de Vascos, ciudad abandonada en la que A. Blázquez situó Augustóbriga. Pudiendo ser una teoría más que plausible, ubicar en este supuesto yacimiento hispano árabe, la famosa urbe dedicada a Augusto; hecho que principalmente se descartó al considerar Vascos (o Bascos) una fundación omeya. Aunque este punto también podría rebatirse, conforme los hallazgos de lápidas latinas encontradas bajo las ruinas musulmanas del yacimiento. Todo lo que -curiosamente- recoge asimismo Fidel Fita en su separata dedicada a las inscripciones romanas aparecidas en Vascos; publicada en 1988, en el Boletín de la Real Academia de la Historia (95) . Donde comienza narrando el descubrimiento de un monumento romano, citado ya en tiempos de Felipe II y sito sobre un puente de Valdeverdeja que cruzaba el Tajo -escultura en mármol, que el autor fecha hacia el siglo II- (95a) . Pasando a recoger una lápida hallada en las ruinas de Vascos, cuya leyenda es la siguiente: “Surisca vot(um) Uubtns) a(*imo) m{eHto) to(Mt) Jovi soQutorto). A Júpiter libertador cumplió gustosa y merecidamente Surisca el voto que le había hecho” (95b) .

          Termina Fidel Fita el artículo que comentamos; escribiendo:El castillo de Peñaflor y la ciudad de Vascos ofrecen muy claros indicios de haber tenido en la antigüedad población romana. Como Valdeverdeja, Vascos está comprendida en el distrito de Puente del Arzobispo; pero descuella en la otra ribera del Tajo, sobre el cerro de la confluencia del Juso. El reconocimiento de sus fuertes murallas, casi intactas, en donde habita la soledad, y la luz que sobre la explotación de sus minas de oro pueden asimismo derramar las crónicas árabes, mayormente al tratar de la época de los Almoravides, no serían de poca, sino de mucha utilidad para los adelantos históricos. Una prueba, bastante perentoria de su antigüedad, resalta en la obra de Yacut. Este autor (III 542), describiendo a Talavera, dice que es de las amellas de Toledo. Mas en los artículos siguientes, refiriéndose a una división geográfica, mas antigua, que tomaron probablemente los árabes de los visigodos, añade que uaskos (Vascos) pertenece a las amellas de Toledo. Igual confusión se repite en otros distritos, como Guadix, Oreto y Almería, según me indica el Sr. Saavedra; con lo cual se nos abre nuevo y anchuroso campo de exploración geográfica (95c) .

        No comprendemos muy bien por qué Fidel Fita desechó tan rápidamente la idea de que Augustobriga pudiera hallarse en las cercanías de Vascos (Villar del Pedroso); para cambiar su localización por Talavera la Vieja. A menos que el hallazgo de la losa marmórea, aparecida en 1887 (bajo la muralla), fuera considerada más importante que la tumba de Flavia Rufina. “Quizás” debido a que Hübner (sin motivo alguno) había localizado años antes Augustóbriga en Talaverilla. Todo lo que era una hipótesis por entonces carente de base y sin más argumentos que la imaginación del alemán. Pues hasta que aquel epigrama sobre mármol, apareció adosado a la muralla de Talavera la Vieja; se suponía que la urbe dedicada a Augusto estaba en las proximidades de Villar del Pedroso. Lo que resultaba lógico, pues era manifiestamente conocido que el camino Real desde Mérida a Toledo discurría atravesando el Puerto de San Vicente -llegando a La Jara o bien pasando desde tierras manchegas hasta Guadalupe-. Debido a que realizar ese viaje parando en Talavera la Vieja, suponía añadir unos 100 kilómetros al trayecto (un tercio más del total). Siendo así, la localización de Augustóbriga se ubicaba en los aledaños de esta ruta que discurría desde Logrosán a la Jara; hasta que fue encontrada esa losa engarzada a la parte baja de un pertrecho, en la antigua Talaverilla. Placa fina de mármol escrito, que cambió la historia del lugar, determinando definitivamente que allí estaba Augustóbriga; tal como años antes había dictaminado Hübner (sin base alguna).

         Los hechos que antes señalamos, han llevado a pensar que la aparición de esa inscripción adosada a las murallas de Talavera la Vieja y encontrada precisamente por el juez de Navalmoral de la Mata; puede tratarse de una falsificación histórica. Con el único deseo de destacar la figura de Hübner y atraer la atención hacia el lugar; al certificarse que allí se levantó la vieja Augustóbriga. Algo que muchos llegan a proponer, ya que no resulta fácil creer que precisamente fuera el juez de 1ª instancia, quien encontrase esa lápida -que permaneció cientos, o miles de años, unida a la base de unos muros-. Pareciendo más fácil que el hallazgo se hubiera producido a manos de cualquier lugareño. Por lo que resulta demasiado “extraño” que tal aparición se testimoniase a manos de un juez, marcando la nueva situación de Augustobriga precisamente donde la había ubicado el mayor especialista de Europa en epigrafía (Hübner). Todo lo que llevó a sospechar, si algún “amigo” del alemán -o persona de su entorno-; pudo ser quien la colocó adherida a la muralla, para que allí la encontrase el juez. Trasladando y adosando a la parte baja del pertrecho esta losa inscrita con el nombre de Augustóbriga; pieza, que durante tiempo hasta se creyó falsa (por tantas casualidades como presentaba el hallazgo). Aunque, tras fotografiarla García y Bellido (hacia 1960) se supo era auténtica; pero ello no disipó la duda de que procediera de otro lugar, incluso de ciudades homónimas (sitas en Ágreda o en Ciudad Rodrigo). Pues el hallazgo y su situación en la zona baja de un muro es más que “casual” y prestigió enormemente al gran epigrafista Hübner; atrayendo la atención hacia Navalmoral de la Mata. Lugar ciertamente alejado de Vascos y de Guadalupe, donde puede localizarse más justamente Augustóbriga. Todo lo que hace dudar actualmente a muchos sobre la veracidad del descubrimiento y sobre la ubicación de esta ciudad, aun por determinar.




SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
tres imágenes del dolmen de Azután; en las proximidades de Villar de Pedroso y Vascos. La zona es de una riqueza y buen clima indescriptible; habiendo sido habitada desde tiempos inmemoriales. A su proliferación de megalitos, fechables entre los milenios V al II a.C.; se unen los yacimientos neolíticos y calcolíticos. Culminando con los hallazgos tartessios, iberos y romanos; habida cuenta las minas de metales preciosos que hay en la zona (principalmente en La Jara y próximas a Vascos).








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
imágenes del dolmen de Aldehuela, junto a Estrella (lugar muy cercano a Villar del Pedroso, camino hacia Guadalupe). El megalito se fecha desde el 2500 al 1800 a.C. Y es uno más, de los múltiples restos ancestrales que podremos encontrar en esta zona (prodigiosa por su belleza, riqueza, paisajes e Historia).







          Por cuanto decimos, lo más acertado es determinar la ubicación de esta urbe dedicada a Augusto en el camino entre Mérida y Toledo; pudiendo hallarse en Guadalupe o bien en Vascos (junto a Villar del Pedroso). Pero creemos que nunca estuvo en Talavera la Vieja; un lugar que obligaría a realizar un desvío de casi cien kilómetros, para llegar desde Mérida a Toledo (los destinos determinados en la Ruta XXV de Antonino). Así pues, debemos observar la importancia ancestral de la urbe de Vascos, como posible Augustóbriga. Un valor histórico, que resumiremos siguiendo la separata que Fernando Jiménez de Gregorio publicó sesenta años atrás (96) ; donde el autor comienza diciendo:Al tratar de Vascos, nos movemos, en muchos aspectos, en el plano de la hipótesis. Sobre la Ciudad del Huso se cierne el misterio de su origen, pueblo que la habitó, finalidad de su existencia, razones de su abandono. A pesar de lo interesante del asunto no se ha hecho un trabajo minucioso que intentara resolver algunos, si no todos, los problemas que plantea(96a) . Tras ello, pasa a relatar los estudios sobre este despoblado que se llevaron a cabo ya en tiempos de Felipe II; por autoridades como Tejada de los Reyes y Hermosilla. Destacando como en el siglo XIX estudiaron sus inscripciones romanas Cean Bermudez y Fidel Fita (96b) . Al igual que cita el modo en queEl «Manuscrito de Belvís» que Cedillo vió y extractó en el citado pueblo, estudia el problema de Vascos, trayendo a colación la opinión de Masdeu. Apunta soluciones a la vista de ciertos hallazgos romanos(96c) . Recogiendo que Por último, Blázquez Delgado-Aguilera y Blázquez Jiménez identifican a Vascos con Augustobriga(96d) . Señalando que Para Cornide (17), Vascos fué la sucesora de Talavera la Vieja en el laboreo del metal; por haber sido destruída la antigua Elbura. Siguiendo al citado, Vascos se levantaría en los siglos XI o XII, una vez incorporada La Jara al reino de Toledo.(96e) .

         Continuará Fernando Jiménez de Gregorio, explicando como Madoz considera sobre sus enterramientos y etapas que:Los sepulcros los cree romanos y árabes. En esto sigue la tradición popular de que fué habitada la Ciudad de Vascos por ambos pueblos. Para corroborar la primera afirmación, dice que en la cerca se encontraron monedas romanas de la época de Augusto. La finalidad de su construcción —sigue narrando el manuscrito— pudo ser para beneficiar el mineral u observar el paso del Tajo, que se hacía por el puente de los Pinos, que Madoz señala, situado al Sur del término de Calera, antes de llegar a Azután” (96f) . Aunque parece que la ciudad pudo ser prerromana y después muy similar a Mérida; tal como afirma el conde de Cedillo, refiriendo Jiménez de Gregorio que Cedillo afirma: pudo ser prerromana, pero las murallas no son romanas, en opinión del Conde; los sillares a tizón recuerdan el conventual de Mérida, de la misma época. Hace el autor que comentamos, relación de dos hallazgos: una estatuílla de Príapo, de paradero desconocido y un candil árabe encontrado en la puerta principal de la muralla v que hoy conserva el señor Marqués de Lozoya. (96g) . Hablando más tarde Jiménez de Gregorio sobre las minas de oro existentes en la zona; de las que personalmente citaré una que en su día visité, sita en La Nava del Ricomalillo; cuyo nombre dicen que procede de “la montaña del rico amarillo”. Para afirmar de nuevo el autor, como: Blázquez dice que Vascos se estima romana, que estaba unida con Toledo y Rusticiana por un camino romano, para lo que se utilizaría el puente, hoy destruido, sobre el Huso, que pudiera ser romano. Acaba creyendo que las murallas de la Ciudad pertenecen al siglo V de nuestra Era(96h) .

           En base a lo antes expuesto, recoge los lugares y restos romanos que rodearon a Vascos, entre los que Jiménez de Gregorio destaca: La Antigua Elbura (Talavera la Vieja), las inscripciones del Castillo de Peñflor (Berrocalejo), lápidas de Talavera de la Reina, el despoblado de Cobisa (la antigua Cosubis de la Carpetania), las lápidas sepulcrales de Nava de Ricomalillo, la estatuilla de Príapo, el ara de Fuentelapio, el de Azután y de Aldeanueva de San Bartolomé, la mina romana de Jaeña, el camino romano de Puerto de San Vicente v de Ispinum (Espinoso del Rey), las inscripciones sepulcrales de Torrecilla de la Jara, el Castellum Ciseli, los mosaicos de Alcaudete de la Jara, la Granja de Pompeyo en las Herencias, los restos del puente romano sobre el Tajo y el inmediato Castro de Azután, los restos de Lórbiga (al Sur del Tajo, frente a Talavera), los toponímicos Villar, Villarejos, Castejón y Castrejðn”. Y como indicios visigodos la “Iglesia de Gamonoso, cerca-fuerte de Castrejón, cimacio de Aguilera, necrópolis de los Terreros y de los Villarejos, lápida palimsepta de Canturias, la pilastrilla de Puerto de San Vicente y el capitel, muy esquematizado, de Mohedas de la Jara. Mozárabes: Necrópolis rupestre de Pilas, la antigua Setfila (Nava de Ricomalillo), el sepulcro de Malabas, en Fuentelapio, v el toponímico cirrum.(96i) . Todo lo que deja clara la existencia de un Vascos romano, y quizá prerromano; que justificaría la posible ubicación aquí de Augustobriga. O de lo contrario, la localización de la parada llamada Lebura, o Libura; citada en el Anónimo de Rávenna, sobre la Ruta XXV; en el camino entre Mérida y Toledo.

        Para terminar este epígrafe, diremos que en nuestro anterior capítulo propusimos que Augustóbriga estuviese en Guadalupe, considerando que el itinerario de Antonino tenía un fallo de copista, al afirmar que la distancia entre Mérida y Toledo era de 111 millas romanas (dejando a mitad de trayecto a la ciudad de Augusto). Debido a ello, consideré que faltaban 50 millas, ya que entre las dos capitales hay unas 160 (aproximadamente 250 kilómetros, viajando por Guadalupe, San Vicente y La Jara). Deduciendo un error en la distancia que se marcaba desde Toledo a Agustóbriga; fallo que pudo consistir en anotar “LV” (55) en vez de las “CV” (105) millas que las separan. En base a ello, supuse que esta parada siguiente se hallaba en Guadalupe, que está aproximadamente a esas 105 millas desde Toledo (unos 170 kilómetros). Aunque una segunda hipótesis haría suponer que en esta Ruta XXV, el fallo estuvo en la medida entre Augustóbriga y Leuciana (la tercera parada). De tal modo, en vez de anotar XII millas entre Augustóbriga y Leuciana, debía haber señalado LXII (62 millas en lugar de 12; olvidando el copista la “L”) . De este modo, si identificamos Leuciana con Logrosán (tal como se acepta); la ciudad dedicada a Augusto pudo situarse en Vascos, a 62 millas romanas de distancia (que son casi exactamente los 90 kilómetros que separan Logrosán de Navalmoralejo). Por cuanto, esa hipótesis de un error de “L” (50) millas en la Ruta XXV, entre las paradas de Leuciana y Agustóbriga (Logrosán y Navalmoralejo); dejaría la urbe de Augusto situada en Vascos, a 94 millas de Emérita y a 55 de Toledo. A una distancia exacta hasta la capital manchega, aunque en el tramo de Mérida existe un desfase de 18 millas, tal como ya vimos en la parte anterior. Todo lo que supone un pequeño fallo de medidas en trayecto desde Logrosán a Mérida; que realmente tiene unas 63 millas (98 kilómetros) aunque el Itinerario marca 44 (aproximadamente, 68 Kmts.).

            Por cuanto, la hipótesis de Augustóbriga situada en las inmediaciones de Vascos (Villar del Pedroso etc), es casi irrefutable; bastando tan solo comprender que hubo un fallo de transcripción, anotando entre su parada y la de Leuciana, XII millas (en vez de LXII millas). Dejando esta fórmula el camino, tal como lo vamos a ver en el mapa, a continuación. Con las siguientes paradas marcadas por el Itinerario Antoniniano, Ruta XXV:

-Emérita (Mérida)

-Lacipea, a XX millas (deberíamos situar Lacipea en Miajadas, que está a 35 millas de Mérida).

-Leuciana, a XXIIII millas (situamos Leuciana en Logrosán, que está a 28 millas de Miajadas).

-Augustóbriga, a LXII millas (situamos Augustóbriga en Vascos, a 62 millas de Logrosán)

-Toletum, a LV millas (Toledo, a 55 millas exactamente de Navalmoralejo-Vascos).

-Titulcia a XXIV millas (Arroyomolinos-Batres, a unos 40 Kmts de Toledo, aprox. 25 millas)



SOBRE ESTAS LÍNEAS: mapa de la Ruta antes descrita; camino XXV del Itinerario de Antonino; entre Mérida y Zaragoza (Cesaraugusta); a través de Toledo y Titulcia.






SOBRE Y JUNTO ESTAS LÍNEAS: dos libros sobre la ciudad perdida de Vascos; en Navalmoralejo (Toledo).







SOBRE Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de Vascos: Arriba, el cementerio árabe. Abajo, la puerta Oeste de la Muralla.




C-6) Augustóbriga en Talavera la Vieja y la losa inscrita, hallada en 1887:

            Mucho hemos comentado acerca de la autenticidad y aparición de esta placa de mármol y sobre su significado histórico. Ya que su descubrimiento a manos del juez de Navalmoral de la Mata; hizo que allí se certificase definitivamente la ubicación de la ciudad perdida dedicada a Augusto. Aunque sobre este epigrama, hallado en la muralla, son muchos quienes plantean dudas. Unos, manifestando que el lugar donde fue encontrado no era su emplazamiento natural; y otros, considerando que incluso pudo ser allí colocada, para ratificar una localización de Hübner (situando en Talaverilla la civitas). Así lo podemos leer en el ya referido trabajo de M. Fernández Miranda, Julio Mangas, J. Pereira y Plácido Suárez -ver cita (91) - ; donde se manifiesta la no concordancia entre los hechos referidos y la aparición de esta pieza en el año 1887. Pese a ello, vamos a analizar la separata de José Salas Martín (97) , donde este profesor defiende la absoluta localización de Augustóbriga en Talaverilla. Rebatiendo todas las dudas que presentan acerca de esta identificación, personalidades de la arqueología, con la categoría de A. Blázquez, J.M. Blázquez y Roldán Hervás. Escribiendo textualmente el profesor Salas Martín: “existe un nutrido grupo de investigadores, entre los que caben destacar a Blázquez y Roldán Hervás, que albergan serias y razonadas dudas la respecto. Aducen, entre otras razones, que el Itinerario de Antonino 18 , en la vía de comunicación que unía Emerita Augusta y Toletum, sitúa a Augustobriga a 46 millas romanas -o bien a 36 según otras variaciones-, de la estación anterior, Lacipea 19, y a 55 millas de la posterior, Toletum. Por consiguiente, la distancia exacta entre Toletum y Augustobriga -55 millas romanas equivalente a 93 kms.- se cumpliría en la ciudad de Vascos, en la Jara toledana, donde se han encontrado vestigios romanos, y no en Talavera la Vieja(97a) .

           Ante lo escrito por el profesor Salas Martín, con todos mis respetos, añadiremos que la Ruta que describe este paso desde Mérida a Toledo, no es la de Antonino 18, sino la 25 (Vía XXV; tal como hemos visto en el epígrafe anterior). Situando Augustóbriga, a 55 millas de Toledo y marcándola a una similar distancia de Mérida; que señala de 56 millas, dividida en tres paradas: De Mérida a Lacipea a 20 M.; a Leuciana otras 24 M.; a Augustobriga otras 12 M.. Todo lo que implica el error original que hemos indicado, en el Itinerario; pues faltarían al menos 50 millas entre ambas capitales (ya que están separadas por más de 250 kilómetros, viajando por San Vicente -unas 160 millas romanas-). Un hecho que hemos visto como yo interpreto en base a un fallo de copia en el Itinerario; habiendo llegado a la conclusión de que confundieron una cifra-letra “L” (50) o bien una “C” (100). Debiendo de haber anotado que Augustóbriga estaba a 155 (CV) millas de Toledo y no a 55 (LV) tal como dicta; por lo que esa urbe dedicada a Augusto quedaría aproximadamente en Guadalupe. Aunque la otra posibilidad -estudiada unos párrafos antes-, es que faltase una “L” (50 millas) en la distancia marcada entre Leuciana y Augustobriga. Siendo 62 el total, lo que dejaría esta última ciudad a 55 millas de Toledo y a 156 de Mérida, situándola en Vascos.

           Siguiendo con el estudio de Salas Martín, quien determina como indudable hasta hoy, la localización de Augustobriga en Talaverilla; el profesor manifiesta que “Por consiguiente, la distancia exacta entre Toletum y Augustobriga -55 millas romanas equivalente a 93 kms.- se cumpliría en la ciudad de Vascos (…) Vascos sería la antigua Augustobriga vettona. (…) A nuestro juicio, el argumento esgrimido por Blázquez, que es el que aquí exponemos, basado fundamentalmente en su fe ciega en el Itinerario de Antonino, a pesar de ser consciente de los errores y lagunas que presenta, no deja de ser una hipótesis de trabajo interesante y siempre a tener en cuenta. Sin embargo, en Vascos no existen restos epigráficos por ahora ni de otra naturaleza que hagan alusión directa o indirecta a Augustobriga. (97b) . Al leer las frases anteriores, observamos que su autor no tiene en cuenta la tumba de Flavia Rufina, que se sabe hallada en Villar del Pedroso, antes del siglo XVIII (una localidad situada a 6 kilómetros de Navalmoralejo). Por lo que, existiendo una lápida como la de Flavia Rufina (augustobrigense); ya documentada hace más de trescientos años. No sería extraño pensar que esta procediera de una necrópolis romana existente bajo o junto a la ciudad de Vascos (refundada por los omeyas, quienes destruirían numerosos vestigios anteriores -como solían hacer en las conquistas peninsulares-). Pudiendo admitirse como hipótesis, que la tumba de Flavia Rufina pudo ser un vestigio procedente de Vascos; ya que dista apenas diez kilómetros de Villar del Pedroso. Pese a lo expuesto, Salas Martín, terminará el epígrafe escribiendo: “En síntesis, la existencia de importantes ruinas y el hallazgo de una interesante inscripción con la mención explícita de Senado y Pueblo de Augustobriga, son pruebas más que tangibles, hoy por hoy, para considerar a Talavera la Vieja como la antigua Augustobriga, a pesar de que, como hemos visto anteriormente, el trazado de la vía de comunicación que unía a Emerita con Toletum cuestione o empañe tal identificación. (97c) .

           A continuación, el profesor Salas Martín, ofrece los datos históricos existentes sobre esta urbe de Augustóbriga, destacando como la menciona Plinio (IV-118); señalando que sus habitantes dependían de las grandes civitas lusitanas (como Ébora), junto a otros ciudadanos de localidades adscritas a esa zona. Recogiendo el autor las siguientes palabras del sabio latino: “Entre los estipendiarios, aquellos que podrían citarse sin dificultad aparte los que llevan el nombre que otros ya citados de la Betica son: Augustobrigenses, Aeminienses, Aranditani, Axabricenses, Balsenses, Caesarobrigenses, Caparenses, Caurienses, Colarni, Cibilitani, Condordienses, Elbocori, Interammienses, Lacienses, Mirobricenses, llamados también celtici...(97d) . Un párrafo de Plinio que hemos querido recoger por entero, debido a que diferencia entre Augustobrigenses y Mirobrigenses (habitantes de Mirobriga, la actual Ciudad Rodrigo; que también fue luego llamada Augustóbriga). Donde aparecen también gentilicios famosos, como el de Caparenses (de Caparra al norte de Plasencia); Cauriense (de Coria, Cáceres); Caesarobrigenses (de Caesaraugusta, Talavera de la Reina). Pero donde también cita a los Elbocori; etnia y urbe que desconocemos, que podría tratarse de los habitantes de la Elbura o Aipura vettona. Ciudad que muchos sitúan en Talavera la Vieja. De tal modo, si así fuera; quedaría contrastado que el nombre de esta ciudad -hoy hundida en Valdecañas-, fue en etapa romana la que muchos le atribuyen: Elbora, Eibura o Aibora. Similar a la de su política y estipendiaria; la actual Évora de Portugal, de la que debió ser muy dependiente. Todo lo que explicaría que las tierras que la rodean se llamen IBORES; en recuerdo de aquella antigua capital vettona denominada Eibora o Aibora (que más tarde pasó a ser Talavera la Vieja).

          Lo que hemos expuesto, explica cuanto nos narra al inicio de su trabajo el profesor Salas Martín; quien nos relata lo siguiente, acerca de la historiografía de esta urbe y lugar: “En el siglo XVIII se ocuparon del tema, Ignacio de Hermosilla (...) manifestaron que se trataba de los restos pertenecientes a una antigua población de época romana de cierta importancia. Argumentaron, a pesar de la inexistencia de datos con los que se contaba entonces, que quizás correspondería a la ciudad carpetana de Ebura, o a la lusitana Caesarobriga -identificada en aquellos momentos con Talavera de la Reina-. Al final, y después de un ingenioso planteamiento carente de historicidad y rigor científico, se decidieron a «identificar-la» como la antigua Ebura. Esta adecuación permaneció inalterable hasta finales del siglo XIX, como reflejan, entre otros, los trabajos de Cean Bermúdez y Paredes Guillén (…) Por otra parte, Ceán Bermúdez ubicaba, de forma equivocada, la antigua ciudad vettona de Augustobriga, citada varias veces en las fuentes e itinerarios antiguos, en el pueblo cacereño de Villar del Pedroso. (97e) .

         Es decir, que esta urbe hoy hundida bajo el embalse de Valdecañas, podemos identificarla perfectamente con la Aipura o Eibura, vettona. Ciudad que tenía una homónima algunos kilómetros más al Este, y también sita junto al Tajo; llamada igualmente: Ebora, Aibura o Aibora. Aunque aquella primera Eibora (que hoy conocemos como Talavera de la Reina), fue denominada en el siglo II Caesarobriga; pero trescientos años más tarde, volvió a ser Elbora. Mientras esta segunda, habría permanecido con el nombre de Eibura o Aibora, hasta la conquista musulmana. Momento en que sabemos como la primera (hoy de la Reina) perdió su viejo nombre de Elbora (recuperado en etapa tardorromana); para ser “rebautizada” por los árabes como Talibyra. Una nueva denominación islámica, que también se dio a su homónima, sita al Sur (luego llamada Talaverilla); quizás en memoria de la Talábrica portuguesa (sita junto Aveiro). Aunque más parece una combinación de las voces “CALATL”, “CTAL”; unidas a EBURA (formando su crasis la palabra TalEbura; convertida finalmente en Talabyra).




SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Arriba, dibujo mío de Ernst W. Emil Hübner. Famoso epigrafista y arqueólogo alemán, nacido en 1834 y muerto en 1901. Desde 1860 viajó repetidamente a la Península Ibérica, redactando memorias epigráficas de España y Portugal; así como catálogos monumentales, sobre ruinas y escultura antigua. En 1869 dictaminó que Augustóbriga estaba en Talavera la Vieja, sin más argumento que su intuición; pues por aquel entonces esa civitas romana se situaba en Villar del Pedroso o en Vascos (Navalmoralejo). Curiosamente, dieciocho años después (en 1887) fue hallada una lápida inscrita, adosada a las antiguas murallas romanas de Talaverilla; donde se mencionaba Augustóbriga. El descubridor de esa losa sería el juez de Navalmoral de la Mata; por cuanto, la localización de esta ciudad dedicada a Augusto, logró hasta ser certificada judicialmente y resuelta de un modo definitivo. Todo lo que a muchos, no nos convence... . Al lado, dibujo mío de una estela hallada en las excavaciones de Talavera la Vieja, cuyo epitafio está dedicado a POMPEYA INVENTA y dice : Pompeia / Inventa / an(norum) LV ·h(ic) s(ita) / s(it) t(ibi) t(erra) l(evis)Pom/peia Cast[a] / d(e) s(uo)f(aciendum) c(uravit). Abajo, otra pieza epigráfica encontrada en el yacimiento de Talaverilla (antes de que lo hundiera el embalse). En este caso el mencionado es LUCIO REBURRO y su leyenda dicta: L(ucio) • Vibio Quiri(na) / • Reburro •/ Valeria Tagana / Duelonis • filia /testamento • poni • iussit .



JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Al lado, el maravilloso campo de Los Ibores; una zona cuyo origen etimológico a mi juicio parte desde el nombre antiguo de su capital: Eibura, Aibora; luego Talavera la Vieja. Abajo, escalón de granito hallado en Talaverilla, con una inscripción donde se menciona a Mérida. Se conoce con el nombre de “Epitafio de un emeritense” y su leyenda es: [M(arcus?)] Villius · M(arci) [f(ilius)] /Pap(iria) · emerite/nsis · h(ic) ·s(itus) · est / [- - -] . Hemos de destacar que nadie ha pretendido situar Mérida en Talaverilla, pese a que allí se ha hallado esa piedra escrita, donde se habla de un emeritense. Por lo que es importante no afirmar con rotundidad que Augustóbriga se situaba en el pueblo que hoy cubren las aguas del Tajo (en Valdecañas).




JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Al lado, los campos de Ibores; próximos a Talaverilla. Al fondo, las montañas de Gredos. Abajo, una de las columnas de La Cilla, sacadas del pueblo inundado por el embalse. Junto a ellas, mi mujer; para que comprendamos el tamaño de las piezas. Detrás, el pantano de Valdecañas, bajo las que duerme la antigua Talavera la Vieja.






JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes más de las columnas rescatadas, llamadas de La Cilla; junto a las aguas del Tajo que cubren la antigua localidad de Talaverilla.






             Para finalizar, recogeremos los datos epigráficos que nos ofrecen diferentes investigadores sobre las piezas halladas en Talaverilla. Incluyendo la famosa losa encontrada en 1887, que dio el “nombre” de Augustóbriga a esa localidad. Comenzando por lo que escriben sobre esta lápida los profesores J. L. Gamallo, H. Gimeno y G. Vargas (98) quienes nos dicen que estaba "En el domicilio de Madrid de la familia Reguera (...) aparecida en 1887, de la que García y Bellido (...) ofreció la imagen por primera vez. Se trata de una placa rectangular de mármol, rota por su lado derecho. La cara anterior y los bordes presentan la superficie pulimentada, mientras que la parte posterior está sólo desbastada. Medidas: 41 x 40 x 6. (98a) . Este último dato muestra que no es un sillar para se encajado y reforzar la muralla, tal como muchos manifestaron; sino una liviana lápida marmórea de 41x40x6 ctms.. Lo que supone una pieza delicada y ligera, de unos 20 kilos de peso; que puede partirse si se adhiere a un muro bajo, principalmente en zonas donde existen empujes de peso y movimientos internos en la pared. Por lo que pudo ser colocada en época moderna, ya que la lógica habla que allí adherida hubiera soportado muy mal los avatares del tiempo. Todo lo que me hace “sospechar” que se trata de una pieza que se engarzó a la muralla en época reciente; ya que de haber estado en este lugar más de diez siglos, se hubiera partido y desgastado completamente. Debido a su poca elasticidad y a su delicada estructura; pues una losa de seis centímetros de ancho, apenas soporta los avatares de base en una zona amurallada.

          Asimismo, J. L. Gamallo, H. Gimeno y G. Vargas, documentan esa lápida en HISPANIA EPIGRÁFICA; considerándose unPacto de hospitalidad entre C. Iulius Gl(- - -) y el pueblo y el senado de Augustobriga (99) ; anotando que permanece conservado actualmente en el Museo Arqueológico de Cáceres. Ante lo expuesto, vamos dando fin a este epígrafe con nuestra cita (99b) , donde añadimos las demás piezas epigráficas aparecidas en Talavera la Vieja (Bohonal de Ibor). Algunas de las que hemos mostrado en nuestros dibujos anteriores. Debiendo anotar que ninguna otra contiene la palabra “augustobriga”; aunque sí hay una que luce claramente la voz “EMERITA” y que incluimos como número 21º . Cuya leyenda es “ [M(arcus?)] Villius · M(arci) [f(ilius)] /Pap(iria) · emerite/nsis · h(ic) ·s(itus) · est / [- - -]...”. Inscripción hallada también en este yacimiento; aunque, por ello no podamos localizar Mérida en esa plaza o dictaminar que fuera en algún momento denominada como Emérita.

          Para terminar nuestro comentario sobre la losa inscrita, hallada en 1887; diremos que hasta su primera fotografía -tomada por el profesor García y Bellido- hubo dudas acerca de su autenticidad. Aunque tras la imagen que el ilustre catedrático divulgó, se disiparon las posibles conjeturas sobre su época, existentes hasta entonces. Pese a ello, quedan muchas incógnitas que responder acerca de su aparición; al resultar extraño que una lápida de estas características fuera adosada a la parte baja de una muralla. Siendo normalmente piezas más toscas y duras, las que se añaden en esas zonas de los lienzos, para su refuerzo; mientras las inscritas y de mármol -blanco- se reservan y sitúan en lugares altos o dominantes (como adornos). Pues, de lo contrario, las placas marmóreas o trabajadas, sufren una rápida meteorización y la desaparición pronta de sus letras o labrados. Por todo lo dicho, resulta evidente que la lápida no pertenecía al lugar en que fue hallada; porque nunca formó parte de la muralla. Pudiendo proceder de un yacimiento distinto -quizá lejano y próximo a Vascos-; incluso de la Augustóbriga sita junto a Miróbriga (Ciudad Rodrigo) o de la Pelendona (en Muro de Ágreda). Resultando “raro” que se encontrase adosada en la parte de extramuros; pues lo normal es haberla situado dentro y protegida -tal como podremos ver engarzadas las estelas y losetas de calidad, cuando las recuperaban-.

             Dejando “entender” los hechos expuestos, que “quizá” esa pieza apareció en el lado exterior del fuerte romano y junto al río; donde era más fácil tomarla con un mortero antiguo (de guijarros, arena y cal). Sin que nadie descubriese al que la colocaba y ninguno se apercibiera de su “nueva existencia” en el entorno. Todo lo que se convierte en una posible falsificación histórica; máxime, cuando vemos que precisamente fue el juez de Navalmoral de la Mata quien la encontró (y no otro lugareño). Resultando “demasiado casual” que dieciocho años antes (en 1869) Hübner hubiera fijado en esa población, la ubicación de Augustóbriga (100) . Lo que no significa que el referido juez actuase de mala Fe; sino que “alguien” pudo colocar en el muro la lápida y -posteriormente- avisar de su existencia a la autoridad máxima de Navalmoral. Para que “su señoría” la hallase y que así Hübner descubriera Augustóbriga (con certificación judicial). Un sabio alemán al que le mandaban dibujos y referencias de los hallazgos epigráficos, aparecidos en toda la Península ibérica; con el fin de que los analizase. Por lo que no sería raro que un “amigo” o él mismo, ordenase poner aquella losa inscrita en la parte exterior del muro de Talavera la Vieja; y tras ello, avisar al juez... .





SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: otras tres fotos más de Talaverilla y sus restos. Observemos en la superior las proporciones del templo (Foro) llamado “los mármoles”; con los montes de Gredos detrás. Al lado, una foto mía en el lugar; hace algunos años.








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
imágenes tomadas de la TV Extremeña (programa Historia de Extremadura) a la que agradecemos nos permita divulgarlas. Al lado, ruta denominada “de los reyes” que transitaba entre Abadía y Madrigalejo; resultando un camino cómodo para alcanzar Guadalupe desde la Vía de la Plata. Este trayecto fue el que hizo Fernando de Aragón (Fernando el Católico) cuando se encontraba enfermo y deseaba ir hasta el monasterio donde solía pasar los inviernos. Aunque murió antes de llegar a Guadalupe; a medio camino y en Madrigalejo (muy cerca de Logrosán). Observemos que la parada anterior es Abertura, desde donde se solía subir hacia Guadalupe. Al ser una alternativa con menos cuestas y que enlazaba también con Deleitosa, resultando más fácil para los carros pesados y personas mayores (tal como sucedía con el rey Fernando). El nombre de Abertura, explica su situación geográfica y su orografía privilegiada, que permitía el paso en un ascenso gradual hacia Las Villuercas. Abajo, otra imagen del mismo programa donde vemos el Camino Real desde Lisboa a Toledo. Ruta que transitaba por Guadalupe, tras pasar por Abertura (Madrigalejo) y cruzar San Vicente.



C-7) El Camino Real de Guadalupe y su vía a Toledo a través de Agustobriga:

            En nuestro anterior capítulo proponíamos que Augustóbriga estuviera cerca de la población sagrada, donde se guarda la Virgen Negra de Extremadura. Aunque en esta tercera parte hemos expuesto la posibilidad de que se localice en Vascos; como propusieron Blázquez y Roldán Hervás. Ambos, siguiendo la ubicación que desde el siglo XVIII se dio a esa ciudad de Augusto; desde que se halló en Villar del Pedroso una lápida con la inscripción “Flavia Rufina, augustobrigense”. Urbe hispano-romana que no creemos pudo asentarse en Talaverilla y menos en Talavera de la Reina; pues para ir desde Mérida a Toledo, no se usaba esa ruta que hoy concuerda con la carretera N-5. Vía que comunica la actual provincia de Madrid con la de Cáceres, y por lo tanto: Titulcia y Mantua Carpetana, con Turgalium y Norba. Pero que nunca pudo unir directamente Emérita Augusta con Toletum; ya que suponía un enorme rodeo, añadiendo más de 70 millas romanas al trayecto (unos cien kilómetros). Todo ello, deja esas dos hipótesis en pie: Que Agustóbriga se situase en las cercanías de Guadalupe o en las de Navalmoralejo; sin admitir que se localice en Talaverilla.

           Por lo demás y en referencia a las paradas que hay después de Mérida y previas a Augustóbriga, en el trazado de la Ruta XXV de Antonino; que son: Lacipea a 20 millas y Leuciana a otras 24. Podremos discutir si son Miajadas y Logrosán (tal como yo las localizo); o bien, Villar de Rena y el Puerto de Santa Cruz -tal como muchos afirman-. Aunque no hay que desechar la idea de que Abertura fuera Leuciana, distante a 44 millas de Mérida (según el Itinerario); unos 68 kilómetros, que es -aproximadamente- lo que hay entre la capital extremeña y esta localidad. De tal modo, si consideramos que Abertura era Leuciana; Lacipea (la siguiente parada camino de Mérida) debía situarse a 24 millas de allí y a 20 millas de Emérita. Lo que dejaría Lacipea en un lugar muy próximo a la actual Conquista del Guadiana; un poblado de reciente construcción, perteneciente a Don Benito y cercano a Santa Amalia. Situado a unos 10 kilómetros (al Suroeste) de Miajadas; no muy lejos de Villar de Rena, donde hay vestigios de origen romano. Todo lo que de alguna forma, confirma las localizaciones de Leuciana en Logrosán (Abertura) y de Lacipea en Miajadas. Debiendo considerarse después si Augustobriga estaba en Guadalupe-Berzocana (a XII millas de Leuciana, según el Itinerario); o bien en Vascos-Navalmoralejo (a LXII millas de Leuciana). Pero nunca, en Talavera la Vieja, que dista de Logrosán unos 60 kilómetros (38 millas, atravesando Deleitosa y Los Ibores); y de Toledo otros 130 kilómetros (84 millas, por la ruta más corta). Es decir, un total de 190 kmts. de trayecto si consideramos Talaverilla la siguiente parada; lo que suma más de 120 millas romanas y supone un desajuste inimaginable en el Itinerario de Antonino. Guía romana que debe tener un pequeño error de copista en este tramo y sitúa Augustobriga a 12 (XII) o a 62 (LXII) millas de Leuciana (en una primera hipótesis). Aunque la segunda fórmula nos lleva a ponerla a 55 (LV) o a 105 (CV) de Toledo. Por lo que si estuviera a 12 millas de Leuciana (Logrosán) y a 105 de Toledo; esa parada intermedia puede ubicarse en la zona de Berzocana-Guadalupe. Pero si Augustobriga se distanciase 62 millas de Leuciana (Logrosán) y 55 de Toledo; habría que localizarla en Vascos-Navalmoralejo.

              Después de cuanto hemos expresado, para considerar si Augustobriga estuvo en Talavera la Vieja o bien en Vascos (con opción a Guadalupe); queda tan solo considerar dos fundamentos: El primero, creer absolutamente cierto el hallazgo acontecido en 1887; donde el juez de Navalmoral encontró esa losa inscrita, localizándola en Talaverilla (tal como años antes había afirmado Hübner -sin base alguna-). El segundo, es tomar como verdadero el Itinerario de Antonino, que marca centenares de ciudades y paradas peninsulares; señalando sus distancias en millas (con errores, en ocasiones; pero nunca con invenciones, ni desfases excesivos). Habiendo podido localizarse la gran mayoría de estas urbes y mansiones descritas en la guía antoniniana; sin apenas cambios, ni grandes fallos -en las mediciones que aporta-. Por cuanto, preferimos tomar como verdad el Itinerario de Antonino y la hipótesis de Blázquez, antes que considerar totalmente “normal” el hallazgo de la losa inscrita sucedido en 1887. Pensando que en esta Ruta XXV descrita en la guía, tiene un fallo de copista; errando en una “C” o una “L”, sobre las XII millas descritas entre Leuciana, Augustobriga y Toledo. Por cuanto, finalmente, añadiremos que si el profesor Salas Martín considera que esto es creer ciegamente en el Itinerario de Antonino (tal como afirma). Puede decirse que localizar Augustobriga en Talavera la Vieja, es creer como una verdad irrefutable la historia del juez de Navalmoral de La Mata, que localizó una lápida sita en la zona baja de la muralla romana. Precisamente, años después de que Hübner afirmase que allí estaba la ciudad, cuyo nombre aparece en esta losa... .



SOBRE ESTAS LÍNEAS: mapa con las rutas descritas en el Itinerario de Antonino, que transitaban desde Mérida hasta Zaragoza.

- En rojo, la Ruta XXIV, que transitaba primeramente por camino conocido como Vía de la Plata; llegando hasta Zamora y marchando luego hasta Valladolid (Simancas) donde toma rumbo a Segovia para llegar a Titulcia; desde donde partían los caminos que conducían a Zaragoza.

- En azul, la Ruta XXV, que iba desde Mérida a Titulcia; analizada antes, donde vimos que entre ambas ciudades había: 8 jornadas a pie, 4 en carro y 2 días al galope.

- En verde, la extensión o vía alternativa que unía Titulcia con la Ruta de la Plata (vía Trujillo y Cáceres). Es la que luego se conoció como Camino Real de Madrid (cuando esta ciudad fue convertida en capital del reino); aunque antes era una bifurcación que llevaba desde Zaragoza a Cáceres, a través de las dos Talaveras. Siendo este el trayecto que daba vida y comunicación a la antigua Caesarobriga y a Eibora (Talavera de la Reina y Talaverilla, respectivamente).

- Por último, añadimos los tiempos para llegar desde Mérida a Italia, por la vía más corta; calculados en fases (28 días a pie y barco; 19,5 jornadas en carro y barco; 15 días al galope y barco):

1º Emérita-Titulcia (8 jornadas a pie, 4 en carro y 2 días al galope).

2º Titulcia-Cesaraugusta (10 jornadas a pie; 5,5 jornadas en carro y unas 3 jornadas al galope).

3º- De Zaragoza, tomando barco en su puerto del Ebro, hasta Dertosa (Tortosa) 3 jornadas. Para luego, embarcarse desde allí hasta Roma, donde se arribaría en una semana.





SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: imágenes de piezas procedentes de Abertura, que expone el Museo Arqueológico Provincial de Cáceres (al que agradecemos nos permita divulgarlas). Arriba, tres estelas halladas en esta población, que consideramos Leuciana; tal como se exhiben en la terraza del museo. Al lado, ara hallada en Abertura, fechada en el siglo I d.C. con una inscripción dedicada a: - Cabura · Bouti · F(ilia) · H(ic) · S(ita) · E(st) · Caturo · Tofi · F(ilius) · D(e) · S(uo) · F(ecit) – (Cabira, hija de Bouti, yace aquí, lo mandó hacer su hijo Caturo Tofi). Abajo, detalle de la pieza anterior.








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEA
S: Al lado, estela procedente de Abertura, fechada en el siglo II d.C.; cuya inscripción dicta: - CAMIRA · TERTIAE · F(ilia) · ET- LIBERTA - AN(orum) · XXXV · H(ic) · S(ita) · E(st) · CGARCENNA · D·S · F·C - (Camira, hija de Tertia y de Liberta; con 35 años, aquí yace; dedicada por los suyos C.Garcenna, que lo hicieron). Abajo, una fotografía de los campos de Abertura, cerca de Logrosán; paisajes entre Abertura y Guadalupe, camino de la sierra de San Vicente.








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
dos imágenes de los campos de Las Villuercas, en la zona de paso de Abertura. En la foto inferior vemos al fondo y a nuestra derecha la “tumba de Viriato”: El monte de Santa Cruz de la Sierra.






JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
El embalse de Valdecañas. Al lado, las aguas en cuyo fondo se halla la antigua Talavera la Vieja; ciudad que a mi juicio fue la Eibora (Aipura, Eibora) de los vettones, pero nunca Augustóbriga. Abajo, la calzada (camino empedrado) de esta antigua urbe ibérica, en las inmediaciones del pantano.






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